Se arrodilla, voltea al cielo y reza. Javier Hernández Balcázar hace esto cada que arranca un partido como titular, es un ritual de agradecimiento. El delantero mexicano le pide a Dios por su salud y la de todos los jugadores, pero además agradece la oportunidad de estar jugando de inicio , ¿por qué? Porque hasta que no cumplió 21 años de edad nunca fue titular en un partido oficial.
Debutó profesionalmente cuando apenas tenía 18 años de edad. En su primer partido marcó un gran gol. El nieto del gran Tomás Balcázar seguía haciendo bien las cosas en las reservas y en la Primera División A, pero las oportunidades con el primer equipo no llegaban. Cuando le daban minutos de juego siempre eran 5 o 10 en partidos prácticamente liquidados. Confiesa que pensó en el retiro y dedicarse a otra cosa.
Hernández, gracias al apoyo de su familia, resistió y siguió luchando. En 2010 las oportunidades comenzar a llegar. Se adueño de la titularidad en uno de los equipos más importantes de México gracias a sus goles. A partir de ahí instauró el ritual para agradecerle a Dios por la oportunidad de ser parte de un XI inicial.
«Lo hago porque era tan difícil verme iniciando un partido como titular, a mis 20, 21 años. Nadie creía, nadie se imaginaba que yo podía ganarle un puesto a todos los delanteros con los que he competido. Y cuando comienzo a tener más oportunidades y empecé a arrancar partidos lo hice. Lo que hago es pedir para que me cuide de lo físico y es un agradecimiento a Dios de que está ahí conmigo es un agradecimiento porque me da otra oportunidad de jugar como titular», contó Chicharito en El Chiringuito.
Trabajo, dedicación y nunca bajar la guardia. Por eso está en el lugar en el que está, por eso es uno de los goleadores más efectivos del mundo y, por eso, es un deportista ejemplar…