Uno de los momentos más esperados de la semana ha llegado. INVICTOS decidió desempolvar el Baúl Invicto para cerrar la semana laboral con grandes recuerdos. En esta ocasión la entrega será especial porque les dejaremos postales de futbolistas/entrenadores que se han encargado de dar clases de fútbol a lo largo de su carrera profesional.
Las palabras sobran. Esta imagen no necesita ninguna descripción. Maestros de maestros.
Dos de los futbolistas más talentosos de toda la historia. Tenerlos en la cancha era saber que habría espectáculo garantizado. Elegancia vs desequilibrio, toque vs gameta, ritmo vs desequilibrio, sobriedad vs desparpajo, Zidane vs Ronaldinho.
«Si el alumno no supera al maestro, ni es bueno el alumno, ni es bueno el maestro». Johan Cruyff fue un extraordinario maestro y Pep Guardiola el mejor alumno. Dos personajes que revolucionaron el fútbol.
Fueron clases intensivas pero lo consiguió. Carles Puyol tomó a un alumno indiscplinado, le hizo saber su potencial y, con mucho esfuerzo, consiguió que lo explotara. «A tu lado me sentía protegido, sabía que si un día fallaba, tú estarías allí para salvarme. Eras mi ángel de la guarda», le escribió Piqué a Puyol el día de su retiro. Un maestro que terminó convirtiéndose en un hermano mayor.
Pensar que el chico de 18 años que la rompió con Portugal en la Eurocopa 2004 iba a superar a su maestro era un locura. No fue sencillo, pero trabajó hasta que lo consiguió.
No se puede a enseñar a quien no quiere aprender y no se necesita esfuerzo para enseñar a quienes lo quieren saber todo. Qué postal de José Mourinho con Sir Bobby Robson.
«Con solo ver a Román cada día, aprendías mucho», dice Iniesta. Pocos son los que pueden enseñar sin siquiera tener la intención de hacerlo.
Todos los entrenadores saben de fútbol, pero no todos son capaces de transmitir lo que saben de la forma correcta. Sir Alex Ferguson, por ejemplo, hizo que sus jugadores convirtieran sus enseñanzas en un legado imborrable.
Andrea Pirlo es uno de los mejores cobradores de tiros libres en la última época y esto es, en gran medida, a lo que aprendió del histórico Roberto Baggio en su paso por Brescia.
«Cuando Xavi sale al campo hay que sentarse, mirar y aprender…»