Fin de semana plagado de fútbol internacional. Nos agrada ver rodar a las selecciones, pero siempre preferiremos la actividad que nos deja el fútbol a nivel clubes. Pero bueno, es lo que toca y hay muchas cosas que vale la pena comentar. ¡¡VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!
→ Triunfo histórico en Columbus. México hizo historia el pasado viernes. Ganó en USA un duelo eliminatorio tras 44 años y ganó en Columbus por primera vez en toda la historia. El resultado fue buenísimo, pero no es lo único que se debe resaltar. Lo hecho por México en el 1T fue buenísimo y la personalidad/ambición que se mostró en el complemento es digna de una mención. Si bien hubo lapsos (en el 2T) en el que Estados Unidos complicó, México nos dejó con sensaciones muy positivas.
→ El sistema e intención de Juan Carlos Osorio. 3-3-1-3 para atacar (por ratos pareció un 3-4-3) y ajuste a un 4-2-3-1 (ó 4-4-2 si la presión estadounidense era intensa) cuando había que defender. Osorio sorprendió a Klinsmann, logrando que su equipo fuera ampliamente superior en la primera mitad. Hubo gol, se dominó y -lo más importante- se controló el accionar. Jugaron defensores y mediocampistas de buen pie, por lo que hubo limpieza en la salida. Y, con tanta calidad en el ataque, hubo generación (dos en el poste además del gol de Layún). El segundo tiempo no fue tan sólido y es que, aunque se mantuvo la idea, la salida de Reyes (por la amarilla) vino mal, la lesión de Guardado pesó y, bueno, el rival (cambió a línea de cuatro y presionó con más intensidad) también mejoró. El cambio que descontroló al equipo fue la salida de Reyes. Inició como marcador por derecha, pero, tras la lesión de Guardado, se ubicó como ‘libero’ y se estaba viendo muy bien. Lamentablemente, la amarilla lo condicionó y Osorio no quiso sufrir lo mismo que Uruguay en Copa América (una tarjeta roja que complicó todo). Diego no suele volverse loco con amarillas, pero era un riesgo que, como Osorio, nosotros no habríamos corrido. El tema acá fue que Hugo Ayala, que reemplazó a Diego, no se metió al partido. Erró en sus intentos por anticipar y complicó la historia en el arranque del segundo tiempo. Si hubiera terminado en empate, todos irían contra Osorio, pero el cambio, en ningún momento, nos pareció una locura. Confió en Ayala y éste, otra vez, no le respondió. Fue una noche redonda para muchos, pero si tuviéramos que quedarnos con tres o cuatro jugadores por su rendimiento individual iríamos con Carlos Salcedo, Rafael Márquez, Hirving Lozano y Miguel Layún.
→ El eterno capitán volvió a aparecer. Jugó como central y como mediocentro. En la última línea, se comportó a la altura. Como mediocentro, por la intensidad y ajuste de USA, sufrió en ratos considerables del complemento. Le costó por la velocidad de Wood/Pulisic, pero su inteligencia y lectura le permitió seguir compitiendo. Lo de su gol no es más que una muestra de lo que ha significado para nuestra selección. Se le han cruzado los cables en ciertos episodios, pero no tenemos duda de que, junto a Cuauhtémoc Blanco, ha sido el mejor jugador en la historia de la Selección de México (Hugo Sánchez, tristemente, nunca tuvo el impacto que llegó a tener en Europa). Qué grande es nuestro eterno capitán, carajo.
→ Brasil y el Superclásico de Argentina. Lindo Superclásico de Sudamérica… para Brasil. Minutos de reconocimiento hasta el gol de Philippe Coutinho. A partir del tanto del jugador del Liverpool, carnaval brasileiro. El equipo de Tite no se volvió loco, se mostró compacto y, aprovechando su velocidad/pegada, liquidó a una dividida albiceleste. Neymar es el jefe, pero la labor de Fernandinho/Paulinho/Renato Augusto fue vital. Brasil, de a poco, vuelve a ser el Brasil que emociona. Y Argentina, con todo y Messi en el campo, sigue exhibiendo el poco trabajo colectivo (defensivo y ofensivo) que tiene.
→ Neymar, el digno ’10’ de Brasil. Con la medalla de oro en Río 2016, se sacó una presión bárbara y está disfrutando como nunca lo habíamos visto a nivel internacional. Tite lo deja aparecer por todas partes, pero, ante Argentina, entendiendo que Zabaleta era su rival directo, -inteligentemente- no se despegó mucho del sector izquierdo. Dio un pase decisivo, marcó un gran gol, tuvo para un golito más (poste) y se bailó -al grado de tener que se frenado a punta de patadas- a prácticamente toda la línea defensiva de Argentina. Y ojo, Invictos, que Neymar ya no está solo. Gabriel Jesús y Coutinho le están acompañando y han caído de maravilla en el XI. Por su dinamismo, verticalidad y facilidad para asociarse, Brasil tiene, sin lugar a dudas, uno de los ataques más peligrosos/espectaculares del fútbol de selecciones.
→ Messi, un náufrago vestido de azul y blanco. Ver a Messi muy marcado no sorprende, lo que sorprende es ver las pocas opciones de pase que tiene una vez que recibe. Nadie busca liberarlo de marca con movimientos de arrastre, nadie le hace una pasada y nadie le tira una diagonal. Es, literalmente, darle el balón a Messi y ver qué hace. Leo es el mejor de todos, pero no siempre podrá resolver con jugadas individuales. Él explota al máximo sus inigualables condiciones cuando es APOYADO Y RESPALDADO POR EL EQUIPO. No se trata de jugar para él, sino hacer el trabajo colectivo suficiente para que tenga -mínima- ventaja y pueda marcar diferencia. FC Barcelona entendió -hace mucho- que tiene al mejor en sus filas y que al mejor había que respaldarlo a nivel defensivo y apoyarlo con movimientos para que pueda hacer lo suyo. Por eso, ha sido el mejor equipo de la última década. Y no, no es que El Kun, Di María o Higuaín sean jugadores de Tercera División, pero está claro que llevan un buen rato superadísimos por el entorno de la Selección de Argentina. En el Mundial de Brasil 2014 aún recordamos algunos movimientos y esfuerzo colectivo importante, pero en el último par de años la cosa ha sido deprimente… ¿Messi sin el FC Barcelona no es nada? Messi no necesita exactamente a los mismos jugadores (se ha comprobado con los cambios que ha tenido el equipo blauragan en el mediocampo y ofensiva durante los últimos 7-8 años), necesita JUGADORES QUE SE MUEVAN. Jugadores que tiren diagonales, que jalen marca y que busquen la espalda de la defensiva rival. Si los tiene, lo más probable es que resuelva. Es así de claro. Puede tener sus malos partidos, pero, en una tarde normalita y con un respaldo colectivo mediano, marcará diferencia. Como bien dijo Menotti: ‘hasta el mejor de los solistas necesita de una buena orquesta’.
→ Una renovación en Argentina. Lo venimos comentando desde la final de la Copa América pasada: muchos jugadores están superadísimos por el entorno y bloqueados por su pasado reciente en selección. Ves la nómina y no te puedes creer que sean incapaces de meter una pared o hacerle una pasada al ’10’, pero es así. El equipo necesita renovarse, y hay jugadores para hacerlo. Ganen o no ante Colombia, es momento de ver a los Icardi, a los Alario, a los Dybala (de titular indiscutible), a los Mercado y a los Rulli… No se trata de vetar o exiliar a nadie, sino probar a chicos que también han venido mostrando un nivel importante.
→ Volvió El Tigre Falcao. Grandísima noticia. No tuvo un balón realmente a modo, pero, por ahí, hizo una jugada interesante al área. Además, se le vio muy comprometido en la presión, se castigó cuando perdió algún balón y hasta se tiro un cañito. Más allá de que no trajo la llave del gol, las sensaciones que dejó, al menos para nosotros, fueron positivas. Esperemos que sea el inicio de otra gran etapa internacional porque, con su experiencia, le puede dar muchísimo a Colombia de cara a Rusia 2018.
→ Uruguay se está olvidando del repechaje. La Celeste cosechó un nuevo triunfo. Le costó mucho más que en otros partidos, pero terminó con los tres puntos en la bolsa. Bien Carlitos Sánchez luciendo como lanzador, bien la defensiva logrando aguantar y bien el Centenario haciéndose sentir para convertirse en una aduana impenetrable en lo que va de eliminatorios. La verdad, en este partido, nos agradó mucho lo de Ecuador. A los de Quinteros les faltó pegada, pero trabajaron de gran forma sus transiciones y jugaron sin ningún tipo de complejos. Reconocimiento a Renato Ibarra, quien nos hizo olvidar que Antonio Valencia no estaba jugando.
→ De la mano de Cuevita. No veíamos lejano un resultado positivo para Perú en su visita a suelo guaraní, pero sí que nos sorprendió que terminara siendo una goleada. Era el partido para mantenerse en la lucha, Perú lo jugó como tal y ganó con total justicia. Quizá el homenaje a Roque desconcentró a Paraguay porque no pudieron estar más lejos de la versión que mostraron ante Argentina. El hombre de la remontada fue Cueva. La hizo toda en el segundo gol e hizo el tercer tanto que, prácticamente, noqueó al combinado guaraní. Los muchachos de Gareca, estuvieron muy bien, pero lo de Cueva fue sobresaliente. Cada vez se le ve más confiado y su toma de decisiones ha mejorado muchísimo en Brasil. Estamos convencidos de que se le presentará una revancha en el fútbol del viejo continente.
→ El futuro de Venezuela. Le hacía falta una alegría a Venezuela como la de la noche ante Bolivia. Pensando en meterse a Rusia 2018 no hay mucho por hacer, pero este partido -y los que vendrán- dejan entrever que hay un futuro prometedor en la vinotinto. Josef vivió la mejor noche de su carrera, pero no fue el único joven que destacó… Jhon Murillo se mandó un partidazo jugando por derecha, Otero volvió a brillar haciéndola de enganche y Jacobo Kouffaty respondió. Bolivia se desfondó tras los dos goles de vestidor, pero no por eso lo de Venezuela deja de ser destacado. Fueron cinco goles, y pudieron ser más. #AtentosAlFuturoDeVenezuela que hay jugadores que, de unirse, podrían llegar a hacer historia.
→ Portugal, Cristiano y Quaresma para cerrar un año internacional soñado. La calidad de sus movimientos sin balón le sigue permitiendo a Cristiano tener ocasiones importantes cada que salta al terreno de juego. Ante Letonia, sin tener la mejor de sus noches, doblete. con un golazo incluido. Portugal tuvo lapsos inciertos ante Letonia, pero Ricardo Quaresma ingresó e inclinó la balanza hacia los lusitanos. El 2016 de Portugal ha sido mágico: bien en amistosos, Eurocopa histórica y gran arranque en las eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Tienen a una de las mejores individualidades de todos los tiempos, pero, más allá de Cris, Portugal ha formado un VERDADERO EQUIPO. Y eso no es nada fácil de conseguir…
→ Bélgica rumbo a Rusia 2018. Roberto Martínez tiene en sus manos a la mejor generación belga de la historia y un grupo relativamente accesible en las eliminatorias, así que el ‘qué’ (meterse al Mundial) no ocupará tanto nuestra atención, sino el ‘cómo’. De momento, el español, su cuerpo técnico y los jugadores van camino a pasar con mención honorífica. Entendiendo el contexto (rivales no tan poderosos), Bélgica nos ha agradado con el 3-4-3 que se ha probado. Tocará verlos ante rivales de mayor nivel, pero varios jugadores comienzan a dejar detalles en posiciones en las que no juegan normalmente (por ejemplo: Carrasco fue probado como carrilero y De Bruyne como mediocentro).
→ El futuro de Alemania. Se acaban de retirar varios referentes y, en el campo, es como si nada hubiera pasado. Joachim Low, poco a poco, está dando el cambio generacional y los jóvenes que vienen empujando muestran que tienen los tamaños para competir a nivel internacional. Jóvenes como Ter Stegen, Hector, Kimmich y Wiegl siguen sumando experiencia… Y otros como Henrichs, Gerhardt, Tah, Gerhardt y Gnabry están ganándose sus oportunidad. Ojito a Serge Gnabry. Y no por su hat-trick ante San Marino, sino porque ya lleva rato adelantando que tiene condiciones como para lograr cosas importantes #AVerSiNoSeArrepienteWenger
→ Adiós a la sequía de Memphis. Y después de 262 días, Memphis se reencontró con el gol. Dos buenos goles, pero, además, le cambio al rostro a Holanda jugando por el sector izquierdo. Si bien no se trató de un rival del más alto nivel (Luxemburgo), el jugador del United necesitaba una noche así para ganar en confianza y motivarse para luchar por un puesto en su equipo/selección. Ojalá así sea porque en PSV y la pasada Copa del Mundo mostró tener potencial para verdaderamente romperla en el fútbol de élite. Memphis se tiene que olvidar de los medios, los comentarios y centrarse en jugar. Si no es el United, que le cedan y le den pista. Un talento así simplemente no se puede desperdiciar…
¡Ah! Y no nos podíamos despedir sin hacer una mención a lo que vivió El Chaco Giménez. Si viven debajo de una piedra (sin ofender, Patricio) y no se enteraron, les platicamos: en un duelo de preparación entre Cruz Azul y Pumas, Christian tuvo la oportunidad de jugar con su hijo Santi, de 15 años de edad. El juvenil, que se desempeña como delantero, la está rompiendo en las categorías inferiores de la máquina y lo debutaron en un partido en el que pudo compartir con su padre. No tenemos hijos, pero imaginamos que debe sentirse como cuando… Bueno, no se nos ocurre algo tan ching*n, pero seguro que no se olvidarán nunca de esos minutos, JAJA.