Su nombre se conoce poco, pero fue parte esencial en la mejor incorporación que ha hecho el FC Barcelona en toda su historia. Horacio Gaggioli trabajó durante mucho tiempo como intermediario para futbolistas en territorio español. Recibía reportes de Sudamérica, observaba y buscaba acomodarlos en clubes del viejo continente.
A principios del nuevo siglo, sus socios en Argentina le platicaron de un niño de once años que jugaba en Rosario, con Newell’s Old Boys. Al señor Gaggioli le pareció que aún era muy chico para probar fortun y, además, debía arreglar su futuro laboral antes de pensar en el acomodo de un nuevo jugador. Se podía mudar a Madrid. Dependiendo de la ciudad de destino de Horacio, el club en el que se probaría el chico rosarino cambiaría. Podía ser FC Barcelona, Real Madrid o el mismo Atlético de Madrid.
“La familia quería que se probase en un equipo europeo, en la ciudad en la que yo viviese para tener un contacto al llegar. Yo en ese momento estaba pendiente de irme a trabajar a una empresa de Madrid. Así que les pedí que aguantaran a que se aclarase mi futuro para ver dónde hacer la prueba. Si me iba a la capital, iríamos a probar al Real Madrid o el Atlético”, explica el agente en una entrevista para FIFA.
Por cosas del destino, Horacio no se mudó a Madrid y el chico argentino se probó con el FC Barcelona durante dos semanas. La familia tuvo que esperar algunos días antes de la prueba y se marcharon cuando pasaron las dos semanas con una incertidumbre total. El señor Gaggioli, que era el contacto, se quedó en pláticas.
Lionel sorprendió a muchos, pero, por su complexión física y la inversión que significaba su tratamiento de crecimiento, algunos entrenadores no estaban muy convencidos: “Tras las pruebas volvieron a Argentina y yo me quedé de reuniones con el club. Había gustado, pero algunos técnicos no estaban muy convencidos. Pasó el tiempo y en diciembre los papás dicen que hay que definir si el Barcelona está interesado o no, para buscar otras alternativas”.
Ante las dudas, Horacio expuso entre la gente del FC Barcelona la desesperación de la familia Messi por tener una respuesta porque, de ser negativa, tenían que buscar otras alternativas. Ahí entró Carles Rexach, entonces secretario técnico del club. Él, a diferencia del resto de técnicos, no dudó y, en una reunión, tomó una servilleta y escribió:
«En Barcelona, a 14 de Diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio (Gaggioli), Carles Rexach, Secretario Técnico del F.C.B., se compromete bajo su responsabilidad, y a pesar de algunas opiniones en contra, a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas».
No fue una decisión fácil. Su calidad futbolística era extraordinaria, pero como Leo hay muchos chicos que vislumbran a temprana edad y, después, no pasa nada con ellos. Era un tema de disciplina, convicción y perseverancia. Messi tuvo esas cualidades y, por eso, llegó a dónde está…
“Yo también me equivoqué en la primera impresión. Leo era muy chiquito, muy delgadito y tenía sus problemas. El Barça tenía dudas, porque no se sabía qué podía pasar. El fútbol es muy complejo y es difícil acertar con un chico de esta edad. Puedes vislumbrar a los 15 años un futuro prometedor futbolísticamente hablando para un chico, pero no puedes estar 100% seguro. Hay jugadores de enorme calidad que no llegan a nada porque, empiezan salir, a bailar… hay toda una serie de cuestiones que no son compatibles con el fútbol. Los que llegan es porque hacen un sacrificio enorme, y también lo hacen las familias. En eso Messi fue un chico extraordinariamente sacrificado y disciplinado. Lo suyo era el fútbol, el fútbol y el fútbol, y por eso ha llegado a lo más alto«, recuerda Gaggioli.
Con todo y el acuerdo, las cosas no fueron sencillas. Pasaron un par de meses para que Messi se sumara a La Masía y los problemas continuaron porque se retrasó su transfer. Lionel estuvo sin jugar seis meses. La pasó mal e incluso sus familiares dudaron si valía la pena seguir, pero la mentalidad del chico pudo más…
“Fue un calvario para él. Sufrió mucho, porque sólo podía entrenar y jugar algún amistoso. Fue muy duro. Pero Leo tiene una mente privilegiada para el fútbol y supo afrontarlo”.
Las cosas se acomodaron. Messi estaba destinado a conseguir cosas importantes. A muchos otros les pudo haber costado adaptarse a un grupo con adolescentes que tienen una cultura distinta, pero no a él. A pesar de que no hablaba mucho, cayó en un grupo ideal. Jóvenes como Piqué, Cesc, Calvo y Valiente lo ayudaron a adaptarse. «Le hacíamos bromas, como a todos, pero no pesadas. Lo cuidamos. Él siempre habló con los pies», recuerda Piqué.
Gaggioli, contó en su entrevista para la FIFA, que hasta la fecha sigue recibiendo cientos de correos donde le dicen que tienen al ‘nuevo Messi’. Y asegura que, pese a que hay muchos chicos con grandes cualidades, nunca ha vuelto a alguien con las condiciones del hoy mejor futbolista del planeta.