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Todos, incluidos los jugadores del Real Madrid, sabían que Sergio Ramos debió haber sido expulsado por doble amarilla en la final del Mundial de Clubes. Por eso, cuando el árbitro terminó por arrepentirse pese a llevarse la mano al bolsillo, no pudieron contener su asombro.
Tras el silbatazo final y luego de haberse quedado con el título internacional, Cristiano Ronaldo se acercó a Sergio Ramos y éste le explicó cómo es que se salvó de irse a bañar más temprano de la cuenta. El resultado de esta conversación fue un pequeño ataque de risas y es que no es muy común que un árbitro se retracte.
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