«Se generó polémica y entiendo que fue el Real Madrid el que la desató. Las decisiones de seguridad no se discuten cuando está en juego la vida de las personas. Esperaba que la grandeza de un equipo como el Real Madrid lo asumiera, no metiendo presión. El riesgo era real y uno espera de los clubes de fútbol la cooperación, lo contrario de lo que se produjo. Solo es un partido de fútbol, fue impropio del Real Madrid», fueron las declaraciones de Abel Caballero, alcalde Vigo, luego de que el Celta de Vigo vs Real Madrid quedara aplazado por cuestiones de seguridad.
Y el Real Madrid tuvo su reacción. El club blanco publicó un comunicado oficial en el que desmintieron y reprobaron lo dicho por el alcalde de Vigo.
COMUNICADO DEL REAL MADRID:
«1. El Real Madrid C. F. lamenta las desafortunadas declaraciones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en las que asegura que este club despreció las medidas de seguridad exigidas para la disputa del partido Real Club Celta de Vigo-Real Madrid C. F.
2. Estas afirmaciones del alcalde no solo están fuera de lugar sino que son rotundamente falsas, porque el Real Madrid C. F. no ha cuestionado en ningún momento las medidas de seguridad establecidas en el estadio de Balaídos.
3. El Real Madrid C. F. quiere dejar muy claro que, tras conocerse la posibilidad de suspenderse el partido, con más de 30 horas de antelación, propuso a la Liga de Fútbol Profesional tres alternativas: primera, que se estudiara la posible reparación de la cubierta del estadio dañada; segunda, la posibilidad del cierre de la grada afectada; y tercera, si las dos anteriores no eran posibles, estudiar la designación de otro estadio cercano para la disputa del partido. Estas propuestas buscaban evitar que la suspensión del partido perjudicase a las cuatro competiciones, por el efecto dominó existente entre ellas, así como los enormes perjuicios económicos producidos en todas las televisiones del mundo y que tendrán su repercusión en los próximos concursos de la venta de los derechos de televisión».
El partido que se iba a disputar el pasado domingo entre Celta de Vigo y Real Madrid quedó suspendido por motivos de seguridad ante las intensas rachas de viento en Galicia que provocaron levantamientos en la cubierta de las graderías del Estadio Balaídos.
La decisión de la suspensión se tomó por la imposibilidad de reparar los daños y, sobre todo, por el riesgo de que se vieran nuevos desprendimientos que pudieran afectar a los aficionados y jugadores.