Seguramente que su ilusión es que uno de sus hijos siga sus pasos, pero Lionel Messi no se obsesiona con que los pequeños Thiago o Mateo dediquen sus vidas a jugar fútbol. Si bien lleva a su hijo mayor la FCB Escola, el ’10 del club catalán admite que la pelota no es algo que emocione tanto a su primogénito.
«¿Es bueno? Mmmmm (dudando) (…) Es derecho, sí. No le gusta (el fútbol) mucho, la verdad. Va porque va Benja (hijo de Suárez) y algunos compañeritos del cole, pero no es fanático. No como el de éste (Luis Suárez), que está todo el día con la pelota», declaró Messi, en el programa Por La Camiseta.
Así que ya lo saben, Invictos, parece ser (quizá luego cambia de opinión) que el pequeño Thiago no luchará por el trono que dejará su padre. Quizá lo haga Mateo. O, bueno, a lo mejor el que se apunta es Benjamín Suárez (hijo de Lucho), quien sí heredó el amor por el fútbol de su padre.
¿Sabías que..? Thiago Messi y Benjamín son prácticamente de la misma ‘rodada’. El hijo de Messi nació en noviembre del 2012 y Bejamín nació unos meses después, en 2013, en la última etapa de Luis con Liverpool.