La buena noticia: el resultado. La mala noticia: las lesiones de Carlos Salcedo y Héctor Moreno. Lo que debe preocupar y ocupar: lo mucho que falló el plan inicial de Osorio y el rendimiento de varios jugadores en ciertas posiciones. Les dejamos las conclusiones de un PARTIDO QUE LA SELECCIÓN DE MÉXICO NO DEBE OLVIDAR.
CONCLUSIONES: MÉXICO SUFRIÓ PARA VENCER A NUEVA ZELANDA
➔ El plan inicial de Osorio no resultó en absoluto. 3-1-4-2. Talavera, portero. Salcedo, Araujo, Alanís, atrás. Reyes, mediocentro. Aquino/Damm, carrileros. Dos Santos/Fabián, interiores. Peralta/Jiménez, atacantes. Muchos cambios y una apuesta con jugadores en posiciones en las que casi no han trabajado (Gio y Fabián, por ejemplo). El primer tiempo fue un desastre. Y, sin querer restarle mérito a Nueva Zelanda, se debió, en gran medida, al desorden de nuestro mediocampo y a la falta de intensidad de muchos de nuestros jugadores. El equipo no llegó a Sochi hasta la segunda parte.
➔ Lo positivo fue el resultado. Rescatamos el triunfo, pero la forma fue caótica. Pintaba para ser un partido a modo y terminó siendo una de las peores exhibiciones de México en el pasado reciente. Rescatamos al cambio de actitud y la capacidad de reacción del segundo tiempo, pero se debe reflexionar muchísimo.
➔ Lo que rescatamos. La calidad/personalidad de Alfredo Talavera, el desequilibrio/toma de decisiones de Javier Aquino, el buen estado de forma de Raúl Jiménez, la pegada de Oribe Peralta y lo bien que entró Héctor Herrera.
➔ Analogía. El cotejo fue tan raro que pareció una pelea de box. Y la ganamos porque tenemos mayor pegada (calidad individual), no por inteligencia, control o planeación.
➔ Nueva Zelanda, un cuadro combativo. Limitados, pero entregados. Se dejaron todo. Presionaron arriba y, al ver que México traía un carnaval, se fueron soltando. Si Wood hubiera salido fino -o Talavera no hubiera estado inspirado- estaríamos escribiendo sobre un resultado histórico en la Copa Confederaciones.
➔ Alfredo Talavera, figura. Cuando el momento era más sombrío, Alfredo se agigantó. Empezó titubeante, pero supo reponerse y se colocó como una de las figuras de la noche. Estuvo bien por arriba y le sacó dos pelotas al capitán Wood. No se podría entender la remontada azteca sin el arquero del Toluca. Nos da gusto por él. Desde hace rato, se merecía una noche así.
➔ Javier Aquino, el MVP. La luz en una noche muy jodida fue el futbolista de Tigres UANL. Lo rescatable del primer tiempo y la gran figura del segundo tiempo. Participó en los dos goles mexicanos y fue un auténtico ferrocarril como carrilero por izquierda. Si algo le recriminábamos a Javier era su falta de consistencia y con Tigres, poco a poco, se ha ido convirtiendo en un diferenciador común. No lo marcó Dani Alves o Carvajal, pero hay que tener personalidad para pedir la pelota y ser distinto en un partido tan extraño. El MVP.
➔ El momento de Raúl Jiménez. Estamos ante el mejor momento futbolístico de Raúl. Cerró de maravilla con su club y ha logrado trasladar ese momento a la Selección de México. Cada vez se asocia mejor, se sacrifica muchísimo cuando el equipo no tiene el balón y está siendo contundente.
➔ 5’pal peso, la historia de Damm. Es rapidísimo, va al ataque con sentido y tiene una facilidad impresionante para ganar los temas individuales. El tema con Damm es que no decide bien. Pasan los años y la historia no cambia. De todos los centros que sacó, sólo uno (a Giovani) fue con ventaja al compañero. Y, en las acciones en las que decidió jugar solo, lo hizo porque nunca terminó por definir si pasarla o probar al arco rival. Puede ser buenísimo, pero, si se sigue precipitando al momento de tomar decisiones, seguirá siendo un prospecto. Pensar, luego jugar. De poco sirve estar antes que el rival en todas si no tienes la calma/temple para elegir.
➔ Héctor Herrera, un cambio que sirvió mucho. Entró e hizo lo que México no pudo hacer en todo el primer tiempo: darle claridad a la salida del equipo. Limpiar. El trámite se tornó muy físico y, por ahí, le costó por ratos, pero su cambio fue determinante.
➔ Fabián y Giovani como interiores. No es la primera vez que juegan ahí, pero está claro que no son los puestos en los que pueden lucir. Lo comentamos durante el juego en Twitter y lo repetimos acá: una de las grandes reflexiones de Osorio debe ser que, como interiores, Gio y Fabián no dan. Bueno, Marco al menos peleó y trató de cooperar para darle luidez al juego. Lo de Giovani… Si no hay lugar para un mediapunta, que este par espere su lugar en el banquillo. Contra Nueva Zelanda la pasaron mal, imagínense lo que serían ante rival más exigente….
➔ Oribe Peralta y su gol. No falló. Un partido duro para los ‘9’s, pero ambos cumplen con lo suyo: convertir. Sea una tarde lucida o una tarde poca brillante, nunca se esconde. Un delantero que, pese a que las oportunidades le llegan de forma esporádica, se ha convertido en garantía.
➔ Las malas noticias. Salcedo y Moreno, lesionados. Carlos, que estaba teniendo una mala Confederaciones, se lastimó del hombro. Y Moreno, que entró por El Titán, tuvo que salir por una molestia (a esperar reporte médico). Ojalá ninguna lesión sea grave. Por el nivel mostrado en Rusia, lo de Salcedo podría no pesar, pero la baja de Héctor Moreno sería más que sensible. Es nuestro mejor defensor desde hace rato.
➔ Un partido para no olvidar. Después de una mala actuación leemos muchos mensajes diciendo ‘partido para el olvido’. No. No. Estos partidos son los que nunca se deben dejar pasar. De esta noche, Osorio tiene que sacar muchísimas cosas. Las rotaciones deben ser más mesuradas, la intensidad no se negocia, algunos cambios de posiciones no están resultando (Gio/Fabián, el ejemplo) y tener claro que, con otros 45 minutos como los del 1T, te vuelves a casa a ver la Copa por TV. Entendemos el contexto del partido (un rival a modo), pero la lección debe servir para lo que viene (en la Confederaciones, eliminatorias y Mundial).
➔ Somos muy dramáticos. Sí, lo de hoy fue caótico. Sí, se jugó mal. Sí, Osorio se equivocó. Y sí, se tiene que mejorar muchísimo. Pero las cosas son así: ni ante Portugal éramos TOP5 ni hoy somos un asco. En México, nos tiramos mucho al drama y el nivel de exigencia, en ocasiones, rebasa la realidad. Por supuesto que debe preocupar (más bien, ocupar) la exhibición ante Nueva Zelanda, pero no debemos olvidar que se han sumado 4 puntos y que el boleto a rondas KO se cierra con un empate o triunfo ante Rusia. Todos queremos que nuestra selección gane y juegue bien, pero, cuando no es posible (por lo que sea), un resultado positivo debe valorarse. ¿Alguien vio cómo Alemania le ganó a Australia? O, bueno, como sabemos que muchos dirán: ‘pues sí, Alemania trae a su equipo B’, ¿alguien vio cómo sufrió Alemania para echar a Argelia en Brasil 2014? México fue un caos, pero ganó. Y, a partir de ahí, hay que seguir trabajando porque, aunque muchos quieran ver una inmensa tragedia, el panorama es favorable. Lo de este partido es una llamada de atención que, afortunadamente, llega en un momento no definitivo. Si se aprende y canaliza bien, se trascenderá en Rusia. Lo dejamos escrito.