Liderazgo, seguridad, carácter y hambre de triunfos eran las condiciones que hacían de Oliver Kahn un portero diferente del resto. Esto lo demostraba desde que su época en el modesto Karlsruher SC.
Tras cuatro años regalando extraordinarias actuaciones, brillando incluso en competiciones internacionales, Oliver estaba listo para dar un salto a un gigante del fútbol europeo. En 1994, tenía dos caminos: quedarse en Alemania para jugar en el Bayern Munich o emigrar a Inglaterra para unirse al exitoso proyecto de Sir Alex Ferguson con Manchester United.
Bayern Munich le ofrecía un puesto estelar porque lo quería como reemplazo de Raimond Aumann, mientras que Manchester United lo buscaba para tomar el lugar del danés Peter Schmeichel, quien había tenido fuertes problemas con Sir Alex Ferguson.
Kahn confesó que, a pesar de que los red devils atravesaban un mejor momento que los bávaros, decidió rechazar la oferta de Sir Alex para cerrar su fichaje con Bayern.
«Alex Ferguson nunca ha olvidado que no acepté su oferta. Es algo que mantiene contra mi hasta el día doy», dijo el histórico guardamenta alemán Fanbookz.
La UEFA Champions League hizo que Kahn y Ferguson se vieron la cara en varias ocasiones, siendo el estratega escocés el que más sonriente saldría de estos enfrentamientos. Basta con recordar que el Manchester United de Sir Alex le arrabató, en tiempo de compensación, la Copa de Europa de 1999 al Bayern Munich del Titán.
Aunque en ese momento era imposible visualizar lo que se vendría, el «rechazo» de Oliver resultó siendo benéfico para todas las partes involucradas. Bayern Munich fichó a un portero que se convertiría en su emblema durante 14 temporadas y Sir Alex pudo arreglar las diferencias que tenía con Schmeichel, que en numerosas encuestas ha sido reconocido como el mejor portero en la historia del Manchester United.