Las emociones que genera el fútbol son simple y sencillamente indescriptibles. La pasión que levanta este deporte, que para muchos es una simple actividad en la que dos equpos de once jugadores se encargan de patear una pelota en un rectángulo verde, es algo que nadie podría definir en un simple escrito.
Dicen por ahí que una imagen dice más que mil palabras, así que en esta ocasión no nos esforzaremos en explicar lo mágico de este deporte con un texto. Estamos seguros que con estas postales será más que suficiente:
Ni siquiera pasa de los 7 años y no puede estar más feliz por tener la oportunidad de salir al campo con un portero que ha estado en cinco Copas del Mundo.
Voltea para ver el jugador que le tocó y se encuentra con Gareth Bale. No lo puede creer..
Nunca imaginó tener a su ídolo tan largo. Su reacción lo dice absolutamente todo.
El pequeño que se coló a un partido amistoso entre Sudáfrica y Brasil para conocer a Neymar, quien lo llevó al centro del campo para que conviviera con todo el combinado brasileño.
No quería que su ídolo se fuera del Borussia Dortmund y terminó entre lágrimas.
La emoción le ganó cuando llegó el momento de conocer a su ídolo.
Sufre porque los de seguridad van por él y disfruta porque está abrazando a su héroe.
Al borde de las lágrimas luego de encontrarse con David Beckham.
Espera para salir con los árbitros. Totti pasa por un lado, lo saluda y no lo puede creer.
Los niños brasileños tuvieron una comunión extraordinaria con los futbolistas de la Selección de Alemania. Este pequeño no quería que Podolski regresara a la concentración del combinado teutón.
Los de seguridad no pueden despegarlo de su ídolo..
No lo dejaban entrar al entrenamiento de la Selección de Brasil, se escapó de la seguridad y David Luiz lo recibió con los brazos abiertos.
El fútbol no se juega ni se ve, se siente..