Uno de los momentos más bochornosos y vergonzosos en la historia del fútbol se vivió en La Bombonera. Lo que pintaba para ser otra fiesta en la gradas y el terreno de juego terminó siendo una auténtica pesadilla. El Boca Juniors vs River Plate de la Copa Libertadores 2015 fue noticia en todo el mundo y, tristemente, no fue por el renglón futbolístico.
Un ataque con gas pimienta inició con una historia surreal. Pasan las horas y aún se desconoce si fueron ‘hinchas’ de Boca o policías los que rociaron de gas pimienta a los jugadores de River Plate. Pese a que este ataque provocó la suspensión del partido, la manga quemada y las quemaduras de los jugadores riverplatenses no fueron lo más grave de la noche.
El 14 de mayo del 2015 vimos como los representantes de uno de los clubes más importantes del mundo perdieron la categoría. Sí, el ataque de gas lo inició todo, pero, ¿la poca solidaridad y clase que mostró Boca Juniors tuvo algo que ver con eso? NO.
El Vasco, sus jugadores y cientos de seguidores pudieron actuar con elegancia, mostrarse solidarios y dar un mensaje positivo en suceso tan lamentable, pero no fue así… Arruabarrena, DT de Boca Juniors, quería que se jugara a como diera lugar. Si por él hubiera sido, les echa agua a los jugadores de River y los pone a jugar. Poco importaba la queratitis química. Se puede entender la impotencia y desesperación, pero no la falta de sentido común y humanidad…
El otro acto vergonzoso vino en la salida del campo de River Plate. Los jugadores de Boca Juniors no hicieron ni el más mínimo intento por ayudar a los jugadores millonarios a salir del campo, ni siquiera tras ver que sus ‘seguidores’ estaban lanzando proyectiles. La solidaridad no existió. El punto era no ser los primeros en irse de la cancha, cosa realmente penosa.
Y, bueno, la noche se coronó con el aplauso orquestado por Orión que todos los jugadores de Boca siguieron. ‘El aplauso fue para la gente que fue alentar al hotel y en la cancha’, dijeron los jugadores de Boca tras el partido. Habrá que decirles que esos aficionados se habían ido del inmueble en paz. A los que les aplaudieron fueron a los ‘seguidores’ que estaban desafiando a la autoridad, a los querían cargar la salida de River Plate y a los que les importó un carajo la posible sanción al que dicen es el ‘club de sus amores’.
No tenemos ninguna duda, Invictos, se puede perder la categoría sin caer de división…