El 6 de diciembre de 2013, en Costa do Sauípe, Salvador de Bahía, se realizó el sorteo de la Copa Mundial de Fútbol de 2014. En la definición de los grupos, el nombre de Costa Rica apareció junto al de tres selecciones ex campeonas del mundo: Italia, Inglaterra y Uruguay.
En redes sociales, las burlas no se hicieron esperar. Sin siquiera comenzar el torneo, se hablaba de quiénes superarían la fase de grupos entre los italianos, ingleses y uruguayos. A los ticos nadie, absolutamente nadie, les daba posibilidades de superar la primera fase de la Copa del Mundo.
Y es que los resultados previos no daban razones para pensar distinto. De los seis partidos amistosos que Costa Rica disputó antes de marcharse a tierras brasileñas, perdió cuatro (contra Australia, Chile, Corea del Sur y Japón) y únicamente ganó uno (contra Paraguay). El panorama, por más optimista que se fuera, no era muy positivo.
Costa Rica enfrentó a Uruguay en su primer partido. Para ponerlos en contexto sobre las diferencias entre un combinado y otro, basta un dato: Edinson Cavani, seleccionado uruguayo que milita en el París Saint-Germain, tiene un valor en el mercado de 42 millones de euros, mientras que los once costarricenses que saltaron al campo tenían un valor de 34 millones de euros.
De los 23 seleccionados que el técnico Jorge Luis Pinto convocó, solo dos futbolistas jugaban en una de las cinco mejores ligas de Europa: Keylor Navas (Levante) y Júnior Díaz (Mainz 05).
La diferencia era abismal, pero Costa Rica dejó a un lado todos los números y datos estadísticos. La primera sorpresa que dio fue, precisamente, ante Uruguay. No entramos en más detalles del partido, porque todos sabemos lo que pasó. Comandados por Joel Campbell, los de Pinto se devoraron al campeón de América.
El siguiente rival de Costa Rica fue Italia, selección campeona del mundo en la Copa Mundial de Fútbol de Alemania 2006. Diez de los once titulares italianos jugaban en la Serie A, a excepción de Thiago Motta, quien juega en el PSG de Francia. Eso sí, era un elenco plagado de estrellas internacional.
Pese a esto, la entrega de los ticos se hizo presente en tierras brasileñas. Un solitario gol de Bryan Ruiz le dio el triunfo a su selección y volvió a silenciar a quienes los trataban de víctima: Costa Rica, de manera sorpresiva, era el primer clasificado del que muchos bautizaron como el grupo de la muerte.
En el último partido de la fase de grupos se midieron a Inglaterra. ¿Un datito? Wayne Rooney, por sí solo, vale más que el 70% del plantel de Costa Rica y, bueno, lo de la Liga no se puede obviar: 22 de los 23 jugadores ingleses militaban en la Liga más competitiva del planeta.
“Estamos en el grupo de la muerte. Ahora, los muertos son otros”, dijo Bryan Ruiz cuando terminó la fase de grupos.
Tras superar la fase de grupos como LÍDERES, muchos pensaron que el Mundial había terminado ahí para los centroamericanos, pero el rival era Gracia, y todos se ilusionaban con alcanzar una instancia histórica. Costa Rica lo conseguiría una vez más. Con un Keylor Navas en plan grande, dejaron a Grecia en el camino en tanda de penales.
En Cuartos de Final, el rival fue Holanda. Sí, el combinado que venció a México. Costa Rica exigió a los de Louis van Gaal al máximo. Keylor volvió a estar en modo bestia y CRC llevó el partido a los penales. LVG hizo una genialidad técnica histórica al cambiar de arquero en la tanda de penales y Holanda echó a la selección que más sorprendió en Brasil.
Cuatro participaciones en mundiales en toda su historia. Segunda vez que se clasifican a Octavos de Final en toda su historia. Primera vez que se clasifican a Cuartos de Final en toda su historia. Llegaron como víctimas y terminaron siendo los verdugos de tres ex campeones del mundo. Líderes en el grupo de la muerte. Se marcharon sin perder ningún partido. Posición 13 en el ranking FIFA, la mejor de toda su historia (actualmente, ocupan la posición 14).
En el fútbol, no hay nada escrito. Se juega con hombres, no con nombres.
Pura historia. ¡PURA VIDA!