El diario Independent ha sacado a la luz las razones por las que Mario Balotelli ha dejado de ser considerado por el entrenador norirlandés Brendan Rodgers en Liverpool. Como era de esperarse, se trata de indisciplinas y conductas que van en contra de lo que demanda ser un futbolista profesional.
«Durante un entrenamiento, Colin Pascoe, asistente de Rodgers, realizaba una charla a los jugadores cerca de muro perimetral de Melwood. A 30 o 40 metros de distancia estaba Jon Flanagan -quien recientemente se había recuperado de una lesión que lo alejó de las canchas por casi un año- y Balotelli comenzó a gritarle sin razón aparente. El italiano fue amenazado con ser expulsado a los vestidores.
Después, en la sesión de la tarde, Balotelli convirtió un golazo desde el mediocampo. Los presentes quedaron con la boca abierta: los jugadores del primer equipo sacudieron la cabeza con incredulidad y los jóvenes sonrieron nerviosamente ante la brillantez en frente de ellos. ¿El problema? Marcó en su propio arco».
Asimismo, el diario británico apunta que «En un partido de 10 vs 10 que terminó 1-1, con Balotelli en el ‘equipo más debil’ hecho por los posibles suplentes y juveniles de la academia, el italiano consideró apropiado voltearse y darle un balonazo a Brad Jones. El portero no pudo hacer nada. Balotelli creyó que fue muy gracioso y terminó riéndose en el círculo central».
La cosa no paró ahí, otras de las razones por las que Balotelli hizo que Rodgers perdiera el control fueron sus actos extracancha. El reporte indica que el ex AC Milan se desvelaba antes de los partidos con sus amigos y, además, fue multado por conducir a exceso de velocidad en diciembre.
Independent también cuenta que, antes de Navidad, Balotelli no sabía el nombre de muchos de los jugadores que eran titulares. Aseguran que eso se debió, en gran medida, a que el excéntrico jugador se iba del club cuando las relaciones podían fortalecerse. Por ejemplo, en las comidas pre y post-entrenamientos, Mario prefería ir casa para pedir comida italiana antes que quedarse en Melwood.
Por último, en el informe destaca el nombre de N’Ze, el amigo inseparable de Balotelli en sus días en Liverpool. Se dice que el fiel escudero solía esperar a Mario dormido en su Ferrarri para volver a hacer de las suyas cuando terminara el entrenamiento. ¡Ah! Y se añade, que el esfuerzo de el ex City en las sesiones de entrenamiento era tan poco que bien podría haberse ido a dormir con su amigo y la diferencia no se habría notado.
¿Qué opinan, Invictos? Lo más triste del tema es que no cuesta nada creer estas versiones…