En 2011, Antonio Briseño se consagró campeón del mundo U17 como capitán de la Selección de México. Se pensó que varios de los futbolistas -incluido él- comenzarían a recibir oportunidades en sus respectivos clubes en la Primera División de México pero, salvo contadas excepciones, no ha sido así…
Quitando de la lista a Ponchito González y Carlos Fierro, los jugadores de aquella generación han vivido en la sombra de la Liga MX. Briseño, que era referente, cambió de equipo y sigue sin encontrar regularidad. Espericueta, uno de los más dotados técnicamente, debutó cuatro años después de su campeonato mundial. Marco Bueno apenas está apareciendo. Y chicos como Julio Gómez, Caballero, Flores, Escamila, Tostado o Casillas se han ido relegando.
El Pollo Briseño, cansado de esta situación, explotó a través de Twitter luego de que México U17 venciera con autoridad a Argentina en el Mundial que se está celebrando en Chile. La diferencia, para Antonio, es clara: a los jugadores juveniles de otro países sí les dan oportunidades de jugar en Primera, cosa que no pasa en México.
Desde varios años somos superior en categorías menores, pero a ellos a la edad de 18 , 19 ya están jugando en primera.les dan oportunidad!!
— Antonio Briseño (@pollobv) octubre 18, 2015
En ocasiones anteriores, Briseño también se ha pronunciado en contra de que se permita contar con tantos naturalizados y extranjeros en la Primera División de México:
@martinolimx @AztecaDeportes lo que pasa es que no hay espacio para jóvenes, con tantos extranjeros y naturalizados!! Ese es el problema! — Antonio Briseño (@pollobv) octubre 18, 2015