Fernando Torres marcó una anotación que significó el cambio en la historia del fútbol español. El 29 de junio de 2008 la Selección de España dejó atrás todos los fantasmas, venció a la poderesa Selección de Alemania y le gritó al mundo entero que estaba lista para hacer historia.
Aquella noche en Viena, cuando Fernando Torres superó a Lahm en velocidad y picó el balón ante la salida de Lehmann, la historia del fútbol español cambiaría por siempre.
El Niño, en entrevista para el programa español El Partido de las 12, confesó que DON Luis Aragonés (1938-2014) le dijo antes del partido ante Alemania que él sería el encargado de marcar los goles del segundo campeonato de Europa de la Selección de España.
«Salía del baño y me puso contra la pared. Me dijo: ‘Niño, salga ahí y demuestra que es el mejor. Va a hacer dos goles y vamos a ser campeones’… le he fallado porque solo pudo hacer uno, pero no estuvo mal», contó Torres, quien siempre ha reconocido a Don Luis Aragonés como el mejor entrenador que ha tenido en toda su carrera profesional.
Tras esa noche mágica para La Furia Roja, el fútbol se jugaba como quería España. Revalidaron su supremacia futbolística conquistando la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010 y, en 2012, se convirtieron en el primer combinado en conquistar Eurocopa-Mundial-Eurocopa en toda la historia. El gol de Fernando Torres en Viena no fue únicamente un gol que significó un título. Fue un gol que inició un ciclo, fue el gol que lo cambió todo. Y DON LUIS ARAGÓNES tenía claro que lo iba a marcar el mismo niño al que debutó cuando era entrenador del Atleti.