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Es una delicia verlo en el terreno de juego. No le gusta ser protagonista fuera de la cancha, pero una vez que entra al rectángulo verde quiere la pelota SIEMPRE. Ve lo que otros no ven. Y ejecuta acciones digas de videojuego deportivo.
Sabe lo que hará desde antes de recibir. Su agilidad mental/técnica le otorga una ventaja competitiva sobre el resto de jugadores. Imposible no gozarlo. Imposible no disfrutarlo.
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Gracias por nunca dejar de inventar, Andrés.
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Cada partido suyo, un Picasso. pic.twitter.com/1QmsKuQIds
— Alberto Egea (@esttoper) 18 de junio de 2016