Después de haber sido maltratado por gente de Newell’s Old Boys y no haber sido aceptado en River Plate, muchos otros pudieron haberse negado a volver a su país y aceptar la oferta de otra selección. Pero Messi no. El rosarino siempre soñó con representar a la Argentina y, cuando la primera oportunidad llegó, no lo dudó.
Con 17 años recién cumplidos, el jugador del FC Barcelona debutó con Argentina U20. El partido en el que se presentó oficialmente fue programado a marchas forzadas. ¿La razón? La AFA quería que su joya disputara cuanto antes un partido con su selección para liquidar cualquier posibilidad de que Messi reconsiderara las ofertas que había recibido de la Selección de España.
El partido no era necesario, ya que Messi tenía claro que únicamente quería jugar con la Argentina, pero eso no lo sabían los directivos argentinos, así que querían amarrarlo para evitar que un talento como él se fugara.
«El vídeo (de Messi) lo ve Tocalli, me lo comenta. Se lo llevamos a Julio Grondona, quien, con una rapidez bárbara, se da cuenta de que estaba citado para jugar en la U17 (de España). Y dice: ‘Acá tenemos que hacer algo, hay que armar un partido con planilla FIFA’. Lo llamamos a él primero y aceptó de inmediato. Esto fue como el debut de Maradona, todos estaban en la cancha… Se jugó y éramos 10. Decí que hay imágenes. Él llegó para el segundo partido, para que sea argentino para siempre», recordó el Profe Salorio en diálogo concanchallena.com.
El debut llegó en una noche fría en el Estadio Diego Armando Maradona, el rival era Paraguay. Lionel ingresó en la segunda mitad, cuando Argentina ya lo ganaba 4-0. El partido terminaría 8-0, Messi hizo el séptimo con una espectacular jugada individual.
Los entrenadores y sus compañeros quedaron impresionados. El comentario que predominó entre sus compañeros, que apenas lo conocían, fue: «¿Y este pibe de dónde salió?».