Partido de la Selección de México sin #ConclusionesInvictas, no es partido. México arrancó su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con un empate ante Alemania y, como fue encuentro muy movidito, hay muchas cosas que comentar.
¡¡VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!
→ Empate con sabor amargo. Se pudo obtener un mejor resultado. Dejamos vivir a Alemania. Y todos, absolutamente todos, sabemos lo que pasa cuando se deja con vida a un combinado como el alemán. En el papel, un empate ante los germanos no suena mal. Pero, por el trámite del partido, se debieron cosechar los primeros tres puntos.
→ Intención de Gutiérrez. Volvió el 4-4-2. Talavera, en el arco; Torres Nilo, Montes, Salcedo y Abella, en línea defensiva; Gutiérrez y Michael Párez, mediocentros; Pizarro/Lozano, en bandas; Oribe Peralta y Marco Bueno, la dupla ofensiva. Iremos desmenuzando las actuaciones de cada jugador, pero nos agradó lo mucho que se ganó en la circulación de balón con Michael Pérez y la dupla que hicieron Bueno/Peralta.
→ Oribe Peralta, el Dios de las Olimpiadas. Se sabe importante y se siente referente. Asume el hecho de que tiene que marcar diferencia y ha regalado una actuación estupenda. El primero que presionó, el que se movió con más sentido en ataque y, por si fuera poco, el que abrió la lata. No se podía un mejor refuerzo ofensivo para este escenario. Ojalá lo de la lesión no sea nada grave, porque se muy necesario.
→ Marco Bueno y su gran noche. Nos preocupaba que se terminara estorbando con Oribe Peralta, pero el campeón del mundo U17 respondió a la confianza del Potro. Se distribuyó el frente de ataque -con El Hermoso– muy bien. Nunca dejó de presionar. Y, cuando apareció en zona de definición, sacó grandes remates. Almeyda, acá está tu delantero.
→ Juego lateral y balón parado. Los puntos a mejorar de inmediato. Abella sufrió muchísimo contra Gnabry. El lateral de Santos no es un marcador férreo y, al dejarlo con tantos espacios, el futbolista de Arsenal hizo lo que quiso con él. Torres Nilo, por su parte, bien por zona lateral (tampoco es que lo hayan avasallado), pero falló en la marca del segundo gol. Complaciente marca ante Ginter. Jorge, siendo refuerzo, no puede tener este tipo de errores. Raúl Gutiérrez seguro se percató de estos puntos y buscará corregir. Habrá que cuidar los recorridos de los mediocentros hacia la zona lateral. En este partido, no hubo apoyo adecuado ante los latigazos de Gnabry.
→ Los mediocentros mexicanos. Erick Gutiérrez es buenísimo. Su sentido de ubicación es una barbaridad, lee el juego como nadie de nuestra selección y brinda una seguridad impresionante cuando tiene el balón en los pies. Le costó un poco en el complemento por el músculo que tenía enfrente, con los hermanos Bender, pero, en el balance general, un buen partido. Lo de Michael Pérez lo dividiríamos en dos versiones: el Michael con balón y el Michael sin balón. Con la pelota, una gran noche. Sin el balón, mucho para reflexionar. En el punto de arriba dijimos que ‘no hubo apoyo adecuado hacia la zona lateral’. Bueno, pues por derecha fue el sector donde nos bailaron y, ahí, debía tener más presencia Pérez. Su distribución nos hizo disfrutar, pero el tema de los recorridos no es un detalle menor.
→ Gnabry, el jugador que le cambió la cara a Alemania. Para definir el partido de Serge se necesita una sola pregunta: ¿por qué carajos es suplente? Espectacular el partido del extremo alemán. Buscó dañar en todo momento y fue la ruta de descarga de una Alemania que, por ratos largos, lució nublado. Nos sorprendería no verlo en el próximo XI.
→ El MVP. Qué monstruo es César Montes. 19 añitos y juega como si tuviera una década en Primera División. Anticipó, leyó ataques alemanes, no le ganaron una sola por juego aéreo y fungió de corrector, cuando superaban a Salcedo o a su lateral. Injusto que el marcador diga que su defensiva encajó dos goles, cuando él rozó la perfección. Qué bueno que Gutiérrez se olvidó de sus berrinches y lo convocó. Material de exportación. Hay que decirlo sin miedo.
→ Hirving Lozano no anduvo en zona de definición. Incomodó por su movilidad, pero no fue su mejor partido. Le sigue faltando mejorar su toma de decisiones en zona de definición. Es normal por su edad, pero, si quiere romperla en Europa, deberá tener más temple en el último toque. Se repondrá. Y será decisivo en estos Juegos Olímpicos. Necesita calmarse, bajarle a las revoluciones y ser El Chucky del arranque del A2016.
→ ¿Para qué estamos? Para competirle a la selección que sea. Hay calidad para volver a trascender en una justa olímpica. Los torneos relámpago se definen por detalles mínimos, así que hay que afinar y estar realmente atentos. En rondas KO, no se puede perdonar como se hizo ante Alemania. En Londres 2012 también iniciamos empatando, ojalá sigamos con el mismo trayecto, JA…