Mayo de 2004. Real Madrid vs Real Mallorca en el Santiago Bernabéu. Jornada 36 de la Liga de España. El equipo de Vicente del Bosque tenía en frente a un equipo ubicado en la mitad de la clasificación general, pero con una propuesta bastante atractiva.
Con el equipo rojo estaba un chico camerunés de 22 años que luchaba por consolidarse en el balompié europeo. Este atacante llegó a España gracias al Real Madrid. Cuando tenía 16 años, el club de Chamartín lo descubrió en Camerún y lo invitó a unirse a sus categorías inferiores. Las oportunidad con el elenco absoluto Real Madrid nunca llegaron. Lo cedieron al Leganés Espanyol y Mallorca, siendo vendido a este último club en 2002. Samuel se marchaba del Real Madrid resentido.
Con Mallorca las cosas estaban resultado. Aún era muy joven y ya era uno de los jugadores más importantes. El cuadro de la isla soñaba con meterse a puesto europeos y esto se debía, en gran medida, a lo que hacía Eto’o en el terreno de juego. Samu estaba de regreso en el Estadio en el que no tuvo muchas chances para mostrarse.
Eto’o fue la pesadilla de aquel Real Madrid, del Real Madrid de Los Galácticos. El camerunés firmó un doblete de golazos. Contrario a lo que muchos jugadores hacen cuando le marcan a sus ex equipos, Eto’o lo festejó como nunca, e incluso hizo un gesto dedicado a la directiva del Real Madrid. El africano se apuntaba hacía sí mismo y después dirigía su dedo al césped del Bernabéu, diciendo: «YO AQUÍ».
«En aquellos tiempos nadie confía en mi y la isla/su gente (Mallorca) estuvo ahí para abrirme los brazos. El mensaje era para Florentino Pérez, le decía: ‘Yo aquí'», cuenta Samuel