El hermetismo del FC Barcelona terminó. Hoy, después de cuatro días desde que se anunció el nacimiento de la Superliga Europea, Joan Laporta por fin rompió el silencio. El nuevo -no tan nuevo- presidente blaugrana dijo que el cambio en el fútbol europeo es necesario. Sin embargo, la decisión final la tendrán los socios. La postura del Barça es de prudencia.
«Tenemos una posición de prudencia. La última palabra la tendrán nuestros socios. Entendemos que es una necesidad, es absolutamente necesario que los clubes grandes, ya que contribuimos principalmente a la aportación de recursos, tengamos la capacidad de decir lo nuestro y volvamos a tener los recursos necesarios para que esto sea un gran espectáculo. Ha habido una serie de presiones a algunos clubes que han hecho que se redirijan», declaró, en entrevista con TV3.
El presi apoya la propuesta de reformas, aunque sí considera que debe existir el mérito deportivo en cualquier renovación o ajuste que se monte. ¡Ah! Y no pretende que esto se convierta en un escape de los campeonatos domésticos. La intención es que la participación local no se altere. Hay apertura a sentarse a dialogar con la UEFA: «Debe ser una competición atractiva, basada en los méritos deportivos. Somos defensores de las ligas estatales y estamos abiertos a un diálogo abierto con la UEFA».
El proyecto no está enterrado. De hecho, Laporta piensa que se terminará encontrando en acuerdo que le venga bien a todos los involucrados: «Necesitamos más recursos para que esto sea un gran espectáculo. Creo que habrá un entendimiento. Ha habido presiones a algunos clubes, pero la propuesta sigue existiendo. Nosotros hacemos unas inversiones muy importantes, los salarios son muy altos y se han de tener en cuenta todas estas consideraciones, teniendo en cuenta los méritos deportivos».
Horas antes de estas palabras, Aleksander Čeferin dijo en el canal 24 de Eslovenia que, de todos los implicados, el FC Barcelona fue el que menos lo decepcionó. Entendió lo que hizo Joan Laporta, que heredó una situación terrible de la Junta Directiva pasada, y destacó cómo se protegió para que sus socios terminaran siendo decisivos.
«Hasta cierto punto me decepcionó todo el mundo, pero debo decir que quizá el Barcelona sea el que menos. Hace muy poco tiempo que eligieron a Laporta y hablé con él dos o tres veces. Estaba sometido a una presión considerable por la situación económica, situación en la que es un club de fútbol, y él lo heredó. No fue su culpa que la situación fuera así, por lo que obviamente estaba bajo mucha presión, pero al mismo tiempo, como un negociador astuto, se aseguró una estrategia de salida».