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El arbitraje de esta noche en el Monarcas vs América fue penoso. Ricardo Arellano y su cuerpo arbitral se comieron un penal y varias tarjetas, pero de todo los errores hay una agresión no sancionada que simplemente no se puede creer.
Jugada disputada en el complemento. Carlos Darwin Quintero se preparaba para disparar al arco purépecha, pero se encontró con la pierna salvadora del Pikolin Palacios, quien entró con mucha fuerza pero al balón. Al colombiano no le cayó bien la entrada del central mexicano y, al verlo en el suelo, le tiró una patada en la zona abdominal.
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La patada fue muy clara y, a pesar de que el abanderado y arbitro central estaban bien ubicados, la agresión no se sancionó ni con tarjeta amarilla:
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