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JAJAJA, en Villa Park el mundo entero pudo ver el nacimiento de una nueva estrella del atletismo. La afición del Aston Villa estaba vuelta loca porque su equipo se metía a las semifinales de la FA Cup. Tras el segundo gol de los villanos ante West Bromwich vino la primera invasión de la afición, así que pensar que cuando finalizara el partido habría otra no era nada descabellado.
Bueno, pues la invasión llegó. En cuanto pitó el árbitro central, la afición se lanzó con todo al terreno de juego para abrazar sus ídolos. El árbitro abanderado Darren Can vio a venir a los miles de aficionados, por lo que decidió mandarse el pique de su vida para reunirse con el cuerpo arbitral en una zona sin riesgo. La velocidad que tomó fue impresionante:
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