Entró con unas ganas bárbaras. Querétaro lo necesitaba porque le faltaban dos goles para remontar, así que tenía en mente ayudar a su equipo a recortar la distancia en el marcador. Pedía el balón, cobraba las pelotas paradas y quería participar sí o sí en todas las jugadas.
Los minutos fueron pasando y Querétaro se fue quedando sin recursos, así que Ronaldinho intentó de todo para poder marcar un nuevo tanto. ¿Qué hizo? Se espero tras Marchesín para intentar sabotear su despeje. Con la viveza y desparpajo que lo caracteriza Ronaldinho logró quitarle la redonda cuando el argentino echó el balón al aire, pero el árbitro -correctamente- lo invalidó.
Para que quede claro si debió o no contar, les compartimos la actualización más reciente del reglamento de la FIFA:
Los guardametas están en posesión del balón:
✓ mientras el balón se halle en sus manos o entre su mano y cualquier superficie.
✓ mientras sujeta el balón en su mano abierta extendida.
✓ mientras bote el balón en el suelo o lo lance al aire.
Sabiendo lo anterior, se puede determinar que la jugada de Dinho estuvo bien anulada, ya que el reglamento explica que no se puede interferir ante el portero cuando éste va a despejar. En esta acción el balón estaba en el aire y, según el reglamento, seguía en posesión de Marchesín.
Ronaldinho ya había hecho lo mismo y tampoco fue validada: