A partir del 2016, tras el rompimiento entre FIFA y France Football, el Balón de Oro vuelve a ser lo que de 1956 a 2009. Se retomarán muchas prácticas de ediciones anteriores, pero la más significativa viene en el sistema de votación.
Por primera vez desde 2009, los capitanes y los entrenadores de las selecciones nacionales afiliadas a la FIFA dejaran de votar. Ahora, los únicos que definirán al ganador del Balón de Oro serán los periodistas, quienes habían perdido fuerza cuando la FIFA y France Football se unificaron.
Para muchos puede no ser un cambio significativo, pero sí que lo es. Para prueba basta con revisar qué hubiera pasado en los FIFA Balón de Oro se hubieran definido únicamente con los votos de los periodistas. 4 de los 6 Balones se habrían mantenido, pero habría cambio en un par de ellos…
En 2010, por ejemplo, el ganador no habría sido Lionel Messi, sino Wesley Sneijder. Y en 2013, el francés Franck Ribéry se habría quedado con el anhelado reconocimiento individual y no el portugués Cristiano Ronaldo.
SI SÓLO LOS VOTOS DE LOS PERIODISTAS HUBIERAN CONTADO EN LOS 6 FIFA BALÓN DE ORO
→ FIFA Balón de Oro 2010: Wesley Sneijder.
→ FIFA Balón de Oro 2011: Lionel Messi.
→ FIFA Balón de Oro 2012: Lionel Messi.
→ FIFA Balón de Oro 2013: Franck Ribéry.
→ FIFA Balón de Oro 2014: Cristiano Ronaldo.
→ FIFA Balón de Oro 2015: Lionel Messi.
De esta manera, Lionel Messi y Cristiano no tendrían 5 y 3 Balones de Oro respectivamente, sino 4 y 2. Y, bueno, Wesley y Franck tendrían en su museo un reconocimiento individual para decorar el mejor año de sus carrera profesionales.
Pasarán los años y el Balón de Oro no dejará de ser polémico. La razón es sencilla: los criterios no se clarifican. Habrá periodistas que le den más valor a los títulos conseguidos, habrá periodistas que se fijen más en los registros individuales y habrá periodistas que realmente se fijen en el RENDIMIENTO INDIVIDUAL de los nominados.
Mientras siga sin quedar claro que el premio es para el MEJOR JUGADOR DEL AÑO A NIVEL INDIVIDUAL y no para el jugador con los títulos más importantes o el mejor jugador del torneo más importante del año, se seguirá respirando la sensación de inconformidad en este tipo de eventos.