Gracias, Invictos. Gracias por permitirnos crecer, gracias por creer en nosotros, gracias por apoyarnos, gracias por estar ahí cuando más los necesitamos, gracias por sus palabras de aliento, gracias por sus mentadas de madre, gracias por sus consejos, gracias por todo. Muchas, pero muchas, gracias.
Como se habrán dado cuenta en esta columna no escribiremos sobre algún tema futbolístico, no emitiremos nuestra opinión sobre quien es el mejor jugador del mundo, no mal trataremos a algún futbolista o DT y tampoco no despediremos de alguna leyenda que ha colgado los botines. En este escrito únicamente les vamos a agradecer por haber estado ahí todo este tiempo.
Parece que fue ayer cuando nosotros 3 (la mayoría de ustedes ya lo sabe, pero de no ser así les comentamos que somos 3 colaboradores los que trabajamos en Invictos) decidimos emprender un proyecto con el objetivo de compartir nuestra pasión por el deporte más hermoso del mundo.
Luego de casi 2 años en esto, podemos decir que, con trabajo, esfuerzo, dedicación, determinación, originalidad y constancia hemos logrado posicionarnos en el gusto de muchos de ustedes. 692 días después de la fundación de Invictos, estamos dando un paso gigantesco y, esto, no habría sido posible de no haber contado con su apoyo, confianza y preferencia.
No les vamos a mentir, hubo muchos días en los que queríamos mandar todo al diablo y seguir con el flujo de nuestras vidas, pero cada que pasaba eso nos dábamos cuenta que, gracias a ustedes, Invictos ya es parte de ellas. Sus mensajes de apoyo eran el aliciente que necesitábamos para motivarnos y continuar en la lucha día a día.
Hoy, 10 de junio del 2014, nos damos cuenta que todas las desveladas, mal pasadas y reajustes de horario han válido la pena. Y no lo decimos por el lanzamiento de la página, lo decimos porque aún contamos con SU APOYO.
Muchas de ustedes nos leen porque gustan de nuestro trabajo, otros para compartir opiniones y algunos otros para reventarnos/mentarnos la madre. A todos les decimos GRACIAS por siempre estar con nosotros. Son unos CHINGONES, carajo.
Y NO LO OLVIDEN….¡TODOS SOMOS INVICTOS!