Si alguien conoce el significado de la frase ‘luchar por tus sueños’ se llama Diego Costa. Nació en un Lagarto, Sergipe, Brasil, un pueblo muy humilde. Niño inquieto, agresivo y apegado al balón de fútbol. Diego nunca asistió a una escuela de fútbol como normalmente lo hacen los que alcanzan el profesionalismo, él se forjó en la calle, y eso se puede comprobar cada vez que lo vemos en el campo.
Con tan solo 15 años de edad decidió marcharse a Portugal tras recibir un oferta de un modesto equipo de la Segunda División lusa. Con poco cartel, y con tan sólo 18 años, fue fichado con el Atlético de Madrid. Su consolidación en el fútbol europeo no fue nada sencilla. Antes de convertirse titular con el Atleti tuvo que jugar cedido con Celta de Vigo, Albacete, Real Valladolid y Rayo Vallecano. En todos los clubes demostró de lo que estaba hecho.
Cuando Diego Simeone llegó al club las cosas cambiaron, pero no por el Cholo, sino por Costa. Las primeras palabras de Simeone para Costa fueron que no contaban con él, ya que tenían la plazas de extranjero llenas. Con trabajo y muchísimo esfuerzo, Costa cambió ese discurso por la titularidad indiscutible. Simeone ha declarado en más de una ocasión que está sorprendido con la valentía, personalidad y determinación de Diego Costa: «A Diego nadie le ha regalado nada, él se lo ha ganado todo. Es una máquina, una bestia».
Sus brillantes actuaciones en el fútbol español y estar próximo a obtener su pasaporte español comenzaron el debate sobre la opción de que Costa jugará para la Selección de España. En cuanto el rumor se propagó, Brasil volteó a verlo por primera vez, tomó medidas y lo convocó para un par de partidos amistosos.
Ilusionado y con una emoción indescriptible, Costa se enfundó con la verdeamarela. En los amistosos tuvo muy poca actividad y poco contacto con el cuerpo técnico. Scolari creyó que con la convocatoria evitaría cualquier acercamiento de España o cambio de parecer de Costa, pero no fue así.
Una vez que recibió el pasaporte español, Costa se convirtió en una opción para Vicente del Bosque. El multicampeón DT habló con Costa para conocer su situación. Tras un par de conversaciones, Diego se convenció de representar en España a nivel de Selecciones.
Las críticas y juicios severos no tardaron en llegar, Costa fue tachado de ‘traidor’ y ‘vende patria’, a lo que él siempre respondió: «Yo soy brasileño y me siento brasileño, mis costumbres son de Brasil y eso nunca va a cambiar. Ahora mismo representó a España, pero siempre seré brasileño».
Diego Costa ha cumplido muchos de sus sueños: jugar fútbol profesionalmente, consolidarse en el fútbol europeo y disputar la UEFA Champions League. Ahora, está por cumplir un sueño más, un sueño que compartía con su padre: jugar un Mundial. Aunque NUNCA imaginó que lo haría defendiendo los colores de una selección que no fuera Brasil.