Qué injusto puede llegar a ser el fútbol, Radamel. Tu lesión no solamente le ha dolido a Colombia, sino al mundo entero, y es que no poder ver a uno de los mejores delanteros de los últimos años es algo que desilusiona a muchísimos seguidores del buen fútbol.
Dejando de lado nuestro egoísmo por querer verte jugar a como diera lugar, lo que nos molesta y entristece aún más es que tu sueño se tenga que postergar. Después de que se confirmara tu ausencia en la justa mundialista no pudimos evitar preguntarnos: «¿Cómo es que un futbolista que luchó muchísimo por cumplir su sueño no podría estar para vivirlo?, ¿cómo es que un futbolista que ha mantenido un nivel pletórico en los últimos 4 años no iba a estar en Brasil?, ¿cómo es que una persona ejemplar fuera y dentro del terreno de juego tuvo la mala fortuna de lesionarse 5 meses antes del mundial?».
Siendo honestos, no habíamos podido responder ninguna de esas preguntas, pero tras ver varias veces la conferencia de prensa en la que anunciaste que no estarías en Brasil 2014 nos convencimos de que los obstáculos solamente se le presentan a las personas que pueden lidiar con ellos y superarlos. Muchos otros en tu lugar habrían pedido estar en la lista final a pesar de no estar del todo recuperado, pero tú no, tú fuiste honesto contigo mismo, con el cuerpo técnico y con toda una nación que espera que te recuperaras. No te aferraste al sueño, preferiste lo mejor para tu país. Un gesto que habla de lo grande que eres como ser humano.
Tu valiente y responsable decisión nos hizo darnos cuenta de que podrás superar este obstáculo. Estamos seguros que regresarás más fuerte que nunca y tendrás tu revancha. La Selección, el cuerpo técnico y todo Colombia no olvidan tus goles en las eliminatorias y lo importante que fuiste para que lograran clasificarse a una Copa del Mundo después de casi 16 años. Tus compañeros ya lo dijeron: «El Mundial va por ti, Falcao».
Estamos seguros de que te veremos en Rusia 2018, Tigre.