Planea, dibuja los trazos, ejecuta y supervisa, es Il Architetto. El arquitecto del mediocampo italiano, el arquitecto del fútbol. Andrea marca los tiempos; decide si se rompe en velocidad, si hay que bajarle las revoluciones al partido o si se tiene que aguantar. La Italia de Prandelli y la Juventus de Conte juegan al ritmo de Andrea Pirlo.
No hay que correr como loco para destacar en un partido de fútbol, hay que pensar. No hay que hacer malabares con el balón para poder trascender en un partido, hay que pensar. Y no hay que gambetearse a cualquier rival que se ponga enfrente para romper líneas defensivas, hay que pensar. Eso es lo hace diferente a Andrea Pirlo en el terreno de juego: PENSAR.
Andrea va una o dos jugadas antes que el resto. Cuando el mediocampista nacido en Flero recibe el balón ya tiene una decisión tomada. Ante Inglaterra, en Brasil 2014, vimos un ejemplo de lo que mencionamos, Pirlo sabía lo que haría antes de que Verratti acomodara le balón en el córner, L’ Architetto pidió el balón, lo dejó pasar y sabía que detrás de él estaba Marchisio. Pirlo PENSÓ, Sturridge -quien se comió la pantalla- y toda la defensiva inglesa, NO.
Muchos aseguran que cualquiera puede jugar fútbol, y están en lo correcto, cualquiera puede jugar, pero no cualquiera puede jugar BIEN al fútbol. Para lograrlo, ¿adivinen que? Hay que PENSAR.
-¿Andrea, cuál es tu secreto?
-Pirlo: «Pienso, luego juego».