La vida de Arturo Vidal no ha sido nada fácil. El chileno ha tenido que superar muchísimos obstáculos para llegar al lugar en el que está. Rechazos en el fútbol, problemas familiares y carencias son algunas de las cosas que el actual jugador de la Juventus tuvo que vencer para convertirse en uno de los máximos referentes del fútbol chileno.
Vidal cuenta que su estado natural cuando era niño era estar triste. Sufrió el abandono de su padre cuando tenía apenas 5 años, mientras que su madre lavaba ropa ajena para darle de comer a él y a sus hermanos. Su madre, Jacqueline Pardo, es la mayor motivación del mediocampista chileno.
«Mi madre es padre y madre para mí. Mi mamá me hizo olvidar que tuve un padre que se había ido. Creo que nunca le pregunté a mi mamá por mi papá», son las palabras de Vidal cuando se le pregunta sobre su madre.
Tenía 20 años y ya había sido fichado por Bayer Leverkusen. Se había convertido en una de las ventas más cara de un futbolista chileno en toda la historia. ¿Qué fue lo que hizo Vidal poco tiempo después de haber fichado con el conjunto alemán? Comprarle una casa a su madre y ayudar a sus hermanos.
Se formó en Colo-Colo, se consolidó con Bayer Leverkusen, y ahora, brilla en la Juventus, superó todo lo que se le puso en frente para llegar a la cima. Y como decía Mark Twain: «Los obstáculos no son más que un condimento del triunfo».
Eres un ejemplo, Arturo.