Hace 11 años, un niño de 12 años de edad estaba levantando el trofeo del torneo infantil de Ponyfútbol con la Academia Tolimense luego de marcar dos goles olímpicos en la Final. Ese niño fue el goleador del Mundial 2014 y lleva la 10 en la Selección de Colombia y en el Real Madrid. Sí, les hablamos de James David Rodríguez Rubio.
Padre. Wilson James Rodríguez, padre de James, fue futbolista profesional. La bebida y las malas decisiones evitaron que se explotara todo su talento. Llegó a ponerse la camisa de la Selección Juvenil de Colombia en donde compartió vestuario con René Higuita. Wilson y Pilar (madre de James) se separaron cuando James apenas tenía 3 años. Desde ese momento, el hoy ’10’ de la Selección de Colombia dejó de frecuentar a su padre biológico.
Padrastro. Juan Carlos Restrepo se convirtió en su padrastro luego de que su padre biológico decidiera abandonarlo. Restrepo fue el encargado de impulsar al pequeño James en el fútbol. A los cinco años su padrastro lo inscribió en la Academia Tolimense. La aventura comenzaba.
Supercampeones. James, como muchos otros niños, soñaba en jugar como Oliver Atom. James veía todas las jugadas que Oliver hacía en la serie de dibujos animados y él las quería practicar. Este tema llegó a causarle alguno que otro problema con su madre, vecinos y profesores.
Tiro con chanfle. James quería hacer las jugadas que hacía Oliver Atom así que tenía que practicar el ‘tiro con chanfle’. Cuando tenía 6 años, James pateó el balón con tanta fuerza que el balón terminó en la casa de un vecino, éste salió para ver lo que había golpeado James, tomó el balón, lo ponchó y lo aventó fuera de su casa. James no pudo contener las lágrimas, había perdido a su ‘mejor amigo’.
Trotamundos. Nació en Cúcuta, pero fue criado Ibague y Medellín. Pasó a Argentina para jugar en Banfield, su siguiente destino fue Portugal y, ahora, está Francia con el AS Mónaco.
Problema del habla. Los problemas familiares dejaron una secuela en James. El colombiano arrastró un problema de tartamudez durante toda la adolescencia. Sus primeras entrevistas como jugador profesional fueron muy complicadas porque no podía controlar su problema, el volante colombiano decidió recibir ayuda de logopedas para manejar su situación.
Prematuro. Lo de James Rodríguez es un caso especial. Desde los 14 años, todavía siendo un niño, ya se encontraba peleando por puesto titular en el Envigado. James lo logró, a los 14 años ya era futbolista profesional.
Decidido. Uno de los preparados físicos del Envigado, John Hernández, relata que James siempre le decía que él iba a llegar a jugar en el fútbol europeo. Lo cumplió.
Hombre de casa. No fiestas, no alcohol, no vida social. La vida de James era el fútbol. Sus deseos de ser futbolista profesional eran tan grandes que sus momentos para socializar fuera de una cancha eran muy pocos. Su familia relata que James únicamente tuvo dos novias, a la primera casi no la veía y con la segunda se casó. Su esposa es Daniela Ospina, hermana de arquero titular de la Selección de Colombia, David Ospina.
Hombre récord. En 2008, James comenzó su aventura en el fútbol argentino. El colombiano se convirtió en el jugador extranjero más joven en debutar y marcar un gol en la Primera División del Fútbol Argentino con tan sólo 17 años
Mónaco. James Rodríguez llegó al Mónaco en 2013 por 45 millones de euros. Se convirtió en el segundo colombiano más caro de la historia (solamente lo supera Falcao).
Campeón. James siempre lo ha dicho: «Yo sé que a nadie le gusta perder, pero yo soy diferente. A mi me molesta más de lo normal perder, siempre quiero ganar». Tiene 22 años y ya ha ganado 10 títulos. Campeón en Colombia, Argentina y en Portugal.
Ídolo. James Rodríguez externó su admiración por Cristiano Ronaldo. El ’10’ de la Selección de Colombia ha dicho que sería un sueño poder jugar al lado del astro portugués. Ha tenido la oportunidad de coincidir en un par de oportunidades con él, y como un fanático cualquiera le ha pedido una foto.
Pibe. Se acabaron las comparaciones con el ‘Pibe’. El mágico jugador colombiano lo dijo abiertamente: «Colombia no necesita a un nuevo ‘Pibe’ porque James es el niño que la Selección de Colombia necesitaba en los últimos años. Tiene una pasión que no había visto antes en un futbolista profesional».
Futuro. Al ser cuestionado sobre si lo que ha logrado lo pone como uno de los mejores del mundo, James fue contundente: «No estoy ni cerca de serlo, me falta mucho para eso. Sólo intento ser feliz jugando al fútbol y el reconocimiento vendrá solito».
Padre. La mayor motivación de James es Salome, su hija. James tiene un tatuaje en el antebrazo con el nombre de su primogénita que besa cada vez que marca un gol.
Mundial. El más grande de sus sueños es proclamarse campeón del mundo con la Selección de Colombia.