De campeón de goleo del Torneo PonyFútbol al Real Madrid. Cuando Colombia conoció a James Rodríguez apenas tenía 11 de edad. Su superioridad sobre los demás niños se veía hasta Tailandia. Cuando todos los niños iban detrás del balón sin idea alguna, él ya marcaba pausas, daba asistencias y clavaba el balón en el ángulo. Un prodigio del fútbol.
Fanático de Oliver Atom y eterno amigo del balón. James no tenía claro hasta donde llegaría con el fútbol, pero sí tenía claro que quería jugarlo siempre. La joya fue prosperando. Con apenas 14 años alcanzó el profesionalismo, sí, mientras otros niños andaban vagueando y empezaban a fantasear con sus amiguitas, James daba sus primeros pasos en el fútbol profesional.
Tras un gran año con Envigado lo fichó Banfield. En el club argentino lo querían llevar con calma, pero sus condiciones eran tan tremendas que pasó de la cuarta división al primer equipo en menos de 2 meses. Debutó con 17 años, se convirtió en el extranjero más joven en marcar en Banfield, destacaba cuando tenía minutos y tuvo grandes actuaciones en torneos internacionales. James era material de exportación.
A la par de su llegada a Europa, James la rompía en selecciones colombianas con límite de edad. Mejor jugador del Esparanzas de Toulon en 2011 y gran Copa del Mundo U20 en 2011. Su debut con la Selección absoluta no tardó.
Llegó a Porto siendo un desconocido y se fue siendo ídolo. El futbolista colombiano fue fundamental en el tricampeonato liguero y supercopero que consiguió Porto entre 2010-2013. Junto a Hulk y Falcao formó una ofensiva temible. Su exquisita técnica individual, enganches hacia el centro y pases milimétricos dejaron un gratísimo recuerdo entre la afición portuguesa.
Para lo amantes de los números, James marcó 32 goles y dio 21 asistencias en 107 partidos (7212 minutos) con Porto, es decir, participó en 53 anotaciones en los 107 cotejos que disputó en Portugal. El joven cafetero participó en un tanto cada 136 minutos en su estadía en Portugal. Nada mal para un joven que aún no cumplía 22 años
Francamente no entendimos que fichara con AS Mónaco, imaginábamos a James en un fútbol más competitivo, pero el joven colombiano aceptó la propuesta multimillonaria del club francés. A pesar de no tener la confianza total de Ranieri, James participó en 21 anotaciones (9 goles y 12 asistencias) en 34 partidos y fue importantísimo para que el club monegasco regresara a UEFA Champions League.
Con su selección los éxitos no tardaron. James fue fundamental para que Colombia regresara a la Copa del Mundo tras 16 años. Con apenas 20 años ya era el orquestador del combinado cafetero. El digno heredero de la ’10’ colombiana por fin había llegado.
En el Mundial de Brasil ya todos conocemos la historia, James hizo un performance memorable, participó en 8 anotaciones (6 goles y 2 asistencias), se convirtió en el máximo goleador histórico colombiano en Mundiales y fue clave para que Colombia hiciera el mejor Mundial de su historia.
James es diferente. Un futbolista creativo que, además, es un gran definidor, un jugador explosivo, pero con mucha pausa. Definir su rol es complicado, decir que es mediapunta sería lo más correcto, aunque marca mucha más diferencia cuando le dan libertad para recaer en las bandas.
Algunos apenas descubrieron a James en esta Copa del Mundo, pero quienes lo siguen desde su paso por Banfield saben que lo del colombiano no es cosa de un buen torneo, Rodríguez lleva varias temporadas a un altísimo nivel.
La nueva parada de James será en la casa blanca. Creemos que el fichaje de James Rodríguez es un movimiento brillantísimo del señor Florentino Pérez. Tal y como lo dijimos hace un año con el fichaje de Bale, James reúne las dos cosas fundamentales para ser futbolista del Real Madrid: fútbol e impacto comercial. James aportará muchísimo en el renglón futbolístico y será un boom comercial.
Ojo, James no viene a reemplazar a Di María o a relegar a Isco. Si Ángel se marcha es por decisión propia, Ancelotti cuenta con él, pero el argentino siente que su ciclo con merengue ha terminado. Y en el caso Isco, el tema es claro, Carleto eliminó al mediapunta/enganche de su esquema con su 4-3-3 o 4-4-2. James, a diferencia de Isco, puede desempañarse como extremo con mayor naturalidad.
Rodríguez ha tenido una carrera brutal a pesar de su corta edad. Calidad comprobada y aún mucho potencial por explotar, a nuestro entender un movimiento maestro de la directiva del Real Madrid. El precio es lo de menos, al cabo es lo que menos preocupa en la casa del campeón de Europa, ¿verdad, Florentino?