Un bombazo más llegó, estimados Invictos. Y tal cómo lo hicimos en fichajes anteriores externaremos nuestra opinión sobre la transferencia de Ángel Di María al Manchester United. ¡¡VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!
→ Ganar-ganar y ganar. Ganan todas las partes involucradas. El Manchester United gana al fichar a uno de los mejores cinco futbolistas de la actualidad, Real Madrid se embolsa una fuerte cantidad de dinero por un jugador que no entraba en planes y Di María ganará el protagonismo con el que siempre ha soñado y probablemente nunca alcanzaría con el Real Madrid
→ Jugar en un equipo con condiciones óptimas. A veces lo olvidamos porque el mágico mundo del fútbol nos atrapa, pero un equipo es una empresa y, como cualquier otra empresa, un empleado necesita un entorno óptimo para poder desenvolverse de la mejor manera posible, ¿cómo un empleado va a estar cómodo en un lugar al que lo están echando (rumores de fichajes) prácticamente desde que llegó?, ¿cómo un empleado se va a sentir a gusto en una empresa en la que no se le valora lo que se debería a pesar de haberlo dado todo y entregar buenos resultados?
→ Di María nunca bajó los brazos. Llegó en 2010 siendo prácticamente un desconocido y se marchó tras conquistar a todo el madridismo. Se le cuestionó desde que pisó por primera vez el Bernabéu y encabezaba la lista de ‘transferibles’ (de los medios deportivos) en casi todos los periodos de transferencias. Su etapa no fue sencilla. Internamente las cosas eran iguales, la directiva fichó a Ángel por petición expresa de Mourinho, pero su conocimiento sobre el futbolista era poco. A pesar de todo el Fideo siempre respondió.
→ Opacado. Poco se hablaba de Di María, pero siempre estuvo. Ángel fue titular indiscutible en la etapa de José Mourinho y repitió con Carlo Ancelotti. Tras la salida de Mourinho y la llegada de Bale, muchos lo veían fuera del club. Di María pasó de jugar extremo a jugar como interior e incluso mediocentro. Hizo de todo y siempre rindió.
→ Conquistar el madridismo no fue fácil. Su plurifuncionalidad, velocidad, dinamismo, capacidad asociativa, entrega, determinación y garra le valieron para conquistar a la afición que, en un principio, dudó de su incorporación.
→ ¿Maltrato de la directiva? La realidad es que hace 4 años ni el madridsta más optimista habría augurado que el argentino tendría un ciclo exitoso. Leemos a muchos aficionados quejándose del ‘maltrato’ de la directiva -y no dudamos que haya existido-, pero, ¿y la afición?
→ Hay que tener memoria, NO al oportunismo. A Di María se le ovacionó e idolatró en los últimos 6 meses. Hay que ser honestos, el verano pasado, con la llegada de Bale, pocos apostaban por su continuidad. Es más, hace 6 meses se fue pitado del Bernabéu y se suscitó aquella polémica de las manos en los genitales. De haber salido en verano de 2013 no se habría causado ni una cuarta parte del revuelo que ha causado su marcha al Manchester United. Ángel obtuvo el reconocimiento que mereció tras sus 2 primeras temporadas hasta sus últimos 6 meses como jugador del Real Madrid.
→ Reconocimiento tardío. Tuvo que marcar más de 30 goles, dar más de 70 asistencias, aparecer en finales y ser el motor de la décima para, por fin, obtener el reconocimiento que merecía mucho tiempo atrás. Los reflectores siempre se los llevaron otros, pero el que no se escondía en momentos importantes y en partidos determinantes era el nacido en Rosario.
→ En el Real Madrid se quedan con el mejor recuerdo de Ángel. Aquel drible de la final de Lisboa, las rabonas en partidos de competencia europea y el escandaloso quiebra ante Puyol en la Copa del Rey difícilmente serán olvidadas por el universo merengue. Se va de la casa blanca con la cuenta saldada.
→ Dar vuelta a la página. Si cada que se complique un partido o se pierda, la afición del Real Madrid utilizará el argumento: «A este equipo le hace falta Di María», el fracaso tocará la puerta. Ningún jugador es indispensable y se tiene que pensar en los que están. Si hubo vida después de Di Stéfano, Puskas, Santillana, Hugo Sánchez y Raúl, ¿habría que encender las alarmas por la partida de Di María cuando tienes un plantel con jugadores como CR7, Bale, Kroos, James y Benzema? Calma.
→ James. La presión sobre James es mucho mayor a la de cualquier otro futbolista que llega al Real Madrid. Como lo hemos dicho antes, de este lado del charco incomoda mucho el éxito ajeno. Los detractores del jugador colombiano salen a flote a penas equivoca un pase. Además de cargar con esta presión, el futbolista de 23 años tiene que lidiar con los cuestionamientos del costo de su fichaje y, por si fuera poco, muchos le quieran cargar la mano comparándolo con Di María. Grandes futbolistas, condiciones totalmente distintas. Si la afición del Real Madrid espera que Rodríguez se convierta en el nuevo Di María, está perdiendo su tiempo.
→ Manchester United. Ángel llega para aportar desequilibrio, recorrido, velocidad, dinamismo y creatividad. Louis van Gaal espera que con su llegada el juego lateral sin sentido termine. No basta con correr, sino con saber correr, y esto es lo que perfeccionó Di María en sus últimos años con el Real Madrid. Impacientes por ver a Ángel acompañado de Rooney, van Persie y Mata. Se antoja un 4-2-3-1, con Ángel en la banda, pero un futbolista como el internacional argentino ofrece tantas opciones que le dará una gran cantidad de variantes tácticas a van Gaal.