¿Sabías que..?
Jakub Blaszczykowski presenció el asesinato de su madre a manos de su padre. Cuando apenas tenía 11 años de edad, Jakub y su hermano, David, fueron testigos de un evento que marcaría sus vidas. Sus padres sostenían una fuerte pelea verbal, cuando su padre, Zygmunt, decidió apuñalar a Anna, madre de Jakub, hasta que ésta perdió la vida. El padre del hoy futbolista del Borusssia Dortmund pasó 15 años en la cárcel y nunca volvió a tener contacto con sus hijos.
Tras este evento Blaszczykowski no volvió a ser el mismo. Se marchó a casa de su abuela y decidió dejar el fútbol. Fueron meses muy complicados. Jerzy Brezczec, tio y ex jugador de la Selección de Polonia, lo convenció de regresar al fútbol, ya que el sueño de Jakub siempre fue convertirse en futbolista profesional. Blaszczykowski trabajó y cumplió su gran objetivo debutar en Primera División en 2005 con el Wislaw Krakow, uno de los clubes más importantes de Polonia.
El resto es historia. Blaszczy fue fichado por el Borussia Dortmund tras 3 grandes temporadas en Polonia y se ha convertido en uno de los máximos referentes del fútbol polaco. Capitán del combinado de su país e ídolo en Dortmund. Un ejemplo fuera y dentro del campo.
«Sé que ese recuerdo me va a acompañar el resto de mi vida. Daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva. Lo que ocurrió dio un giro de 180 grados a mi vida. Fue como si una roca hubiera caído sobre mi cabeza y una semana después despertara y tuviera que volver a comenzar con mi vida y sobreponerme a todo como si nada hubiera ocurrido. Nunca entenderé lo que pasó ni la razón por la cual pasó», declaró Kuba en un medio polaco.
«Sin ella pude haber tomar un camino erróneo en mi vida. Trato de hacerla sentir orgullosa porque hizo grandes cosas por mí y mi hermano (Dawid, mayor que él)», dice Jakub sobre su abuela.
Su padre falleció en mayo de 2012, y aunque no volvieron a relacionarse con él desde aquel trágico día, Jakub y David asistieron al funeral. Blaszczykowski no se caracteriza por ser un gran goleador, pero todas las veces que consigue marcar, voltea al cielo y se lo dedica a Anna, su madre.