Noche de 15 de mayo 2002, Celtic, Glasgow. Final de la UEFA Champions League 2001/02. Real Madrid, multicampeón, se enfrentaba al Bayer Leverkusen, equipo que conquistaba al mundo con una propuesta muy atractiva. Los dirigidos por Vicente del Bosque partían como favoritos, pero era imposible descartar a un equipo que venía de eliminar al Liverpool y al Manchester United en rondas previas.
La afición blanca confiaba en que Raúl, Zidane, Hierro, Roberto Carlos, Makéléle, Morientes y compañía traerían la novena a casa. Por su parte, los hinchas del Leverkusen soñaban con ver a Butt, Lucio, Placente, Ballack, Ramelow y Neuville levantando la orejona. El partido comenzó y las emociones llegaron de inmediato. Aún no se cumplian los 15 minutos de tiempo corrido y ambos equipos ya habían marcado.
Raúl adelantó al Real Madrid con un disparo cruzado luego de que Roberto Carlos se avivara y le pusiera una asistencia en un saque de banda. Lucio lo empató cinco minutos después en una jugada a balón parado. El partido era de alta tensión, se luchaba por todas partes y las imprecisiones se adueñaron de varios futbolistas.
Antes de irnos al entretiempo, fuimos testigos de una de las pinturas futbolísticas más hermosas de la historia, una imagen que perdurará en la historia por siempre. Brutal servicio de Santiago Solari, Roberto Carlos le ganó la posición a Sebescen y el brasileño sacó un centro retrasado elevadísimo. El 99.9% de los futbolistas activos en aquel momento no habrían podido impactar aquel servicio sin un previo control, por fortuna para el Real Madrid y los seguidores del buen fútbol le cayó a un tal Zinedine Yazid Zidane.
Zizou, desafiando las leyes de la física, sacó un voleazo espectacular que silenció Glasgow y a todo el planeta. Segundos después, cuando los amantes pudieron digerir lo que acababan de ver, los gritos se hicieron presentes. Zinedine Zidane había marcado uno de los mejores goles en toda la historia del deporte. Real Madrid ganaría la UCL con Iker Casillas como figura, la novena había llegado al Bernabéu. Claro, nada de esto habría sido posible sin el ‘medio gol’ de Roberto Carlos.
Roberto Carlos: «Le puse medio gol a Zizou, mi centro hizo que todo fuera más fácil (risas). La verdad, antes de que me diera el balón Solari había visto que teníamos a un jugador fuera del área, no sabía quien era, pero cuando me apretaron decidí enviar el balón a esa zona como pudiera, y bueno, por fortuna era Zizou y lo ha hecho espectacular. Uno de los mejores goles que he visto en toda mi vida».