El jugador del día es Hirving Lozano. Nació el 30 de julio de 1995 en la Ciudad de México. Amante del fútbol desde que tiene memoria. Fue reclutado por las inferiores del Pachuca con apenas 11 años tras comenzar a mostrar sus cualidades en equipos de la zona del Pedregal.
Le apodan Chucky. El origen del pseudónimo se remota a su estadía en la casa club de los Tuzos. Siendo aún un niño, Hirving se escondía debajo de la cama de sus compañeros, esperaba a que se fuera acostar y los asustaba. Uno de sus víctimas lo llamó Chucky y el sobrenombre se quedó.
Tras varios años de destacar en las categorías inferiores del Pachuca fue ascendido al primer equipo por Gabriel Caballero. Su debut en Primera División llegó el 9 de febrero de 2014 en el mítico Estadio Azteca. Hirving ingresó al 83′, y 5 minutos después marcó el gol del triunfo en una jugada individual. El debut perfecto.
«Se sintió padrísimo, pero repito, es un paso más en mi carrera. Al final, en el vestidor, los compañeros me felicitaron y el profe Meza me dijo que siga trabajando, que esto comienza, que es un escalón más. Y estoy de acuerdo«, dijo tras marcar su primer gol en Primera. A partir de aquel día, el joven tuzo comenzó a recibir más oportunidades.
Aún no cumple un año como profesional y ya se ha convertido en uno de los futbolistas mexicanos más promisorios. Con apenas 19 años de edad ya sabe lo que es disputar una Liguilla, una final de Liga MX, Copa MX y Concachampions. «La confianza que me han dado mis compañeros y los profesores que me han visto, ha permitido que adquiera madurez y lo trato de demostrar en la cancha”, asegura el joven mexicano.
Lozano ha marcado 10 goles en los 2893 minutos que ha disputado con el primer equipo de Pachuca, además se ha convertido en uno de los titulares indiscutibles de Enrique Meza. Su desequilibrio y dinamismo le han convertido en uno de los futbolistas más difíciles de marcar en toda la Liga MX. «Soy rápido y me gusta encarar. A veces me pegan mucho. Es normal, es parte de jugar en Primera División».
Desequilibrio, velocidad endemoniada, dinamismo, regate, picardía, capacidad asociativa y verticalidad, son las cualidades que hacen de Hirving Lozano un auténtico diamante en bruto. No le pierdan la pista.