Junio de 2006. La Selección de Argentina se preparaba para encarar su debut en la Copa del Mundo de Alemania. Sorín, Heinze, Abbondanzieri, Riquelme, Mascherano, Saviola, Lucho González, Ayala, Burdisso y Crespo soñaban con llevar una nueva Copa del Mundo a Argentina. Había confianza en la selección. Los hombres de experiencia y la inclusión de algunos jóvenes que estaban haciendo las cosas bien ilusionaban a todo el país sudamericano.
Uno de los chicos que más expectativas generaba era Lionel Messi. Era el más chico del grupo, pero quizá el que más fútbol tenía. Siendo un pibe de apenas 18 años de edad, no dejaba de sorprender a veteranos y hombres de experiencia, como el icónico goleador Hernán Crespo.
Hernán llegó a Alemania con ganas de revancha tras el papelón de Corea-Japón 2002 y creía que con la mezcla generacional que formuló José Néstor Pekerman daba para conquistar una nueva Copa del Mundo. Estaba convencido de que para ganar un Mundial se necesitaba un extra, un jugador especial, y creía que Lio Messi lo era.
El delantero que rompió la Serie A con Italia onvivió con Messi como pocos. Lo aconsejaba, compartía experiencias y hacía que se sintiera arropado. En una conversación le hizo una promesa a Lionel: «Nosotros (los de experiencia) metemos a la selección hasta semifinales, y después tú te encargas de que regresemos a Argentina con la Copa».
Argentina hizo un gran fase de grupos y eliminó a México en los Octavos de Final. En Cuartos tenían que echar al anfitrión, y la cosa se complicó. El partido se fue a penales y, lamentablemente para la causa pampera, Alemania terminó avanzando. Messi había jugado poco en los partidos previos, pero Crespo sabía que sería determinante en los últimos dos. Lamentablemente, no pudo cumplir su promesa.
«No pudimos cumplirle a Leo, si avanzamos probablemente nos regresamos con la Copa, pero no pudo ser. Leo tiene más Mundiales en puerta y ojalá pueda darle a la Argentina la satisfacción de un Mundial. Es un chico bárbaro y el mejor futbolista del mundo. Ojalá hubiera podido cumplir esa promesa».