Tatuajes, peinado de mohicano y outfits fuera de la ordinario. Así es el futbolista eslovaco Marek Hamsik. Tuvo una infancia bastante complicada, el fútbol se convirtió en su escaparate. Con el balón en los pies, el nacido en 1987 fue forjando su camino. Una oportunidad se abrió en Italia cuando estaba por cumplir 17 años de edad y no la desaprovechó.
De Brescia pasó al Napoli y es ahí donde explotó. Referente y capitán del club que Diego Armando Maradona pusiera en el mapa futbolístico a finales de la década de los 80’s e ídolo absoluto de la Selección de Eslovaquia. El fútbol le ha permitido cumplir sus sueños, uno de ellos jugar en la élite y el otro poder ayudar a su familia y país.
Año a año, Hamsik se ha dedicado a cooperar en organizaciones benéficas e incluso fundó su propia organización para ayudar a niños desfavorecidos. En uno de las tantos eventos benéficos en los que participó, Marek conoció al pequeño Edko, un niño que con apenas 2 años de edad comenzó su lucha contra el cáncer.
Hamsik, consciente del caso, se ha dedicado a ayudar al pequeño Edko durante los últimos 4 años. Pagos de tratamientos, búsqueda de donantes o tardes enteras a su lado han sido algunas de las cosas que el jugador del Napoli ha hecho por el valiente niño eslovaco.
En la pasada fecha FIFA, Edko, ya con 7 años de edad, fue a visitar a su héroe, a su ídolo, a su amigo. La batalla aún no termina, pero Edko, con la ayuda de Marek, está dispuesto a ganarla.