La escuela nunca fue lo suyo, su principal interés eran los deportes. Su primer amor fue el Taekwondo, sus entrenadores e incluso el director de la escuela a la que asistía dijo alguna vez que si Zlatan se hubiera dedicado totalmente a las artes marciales habría logrado cosas imporantes, ¿cómo en el fútbol? Nunca se sabrá.
Fue hasta que se incorporó al FBK Balkan cuando le dijo a sus compañeros y amigos que se iba a dedicar al fútbol y se convertíra en el mejor jugador del mundo. Esas eran las palabras de un niño que ni siquiera pasaba los 15 años de edad. Al principio, sus habilidades no eran muy superiores a las del resto de sus amigos, pero su crecimiento físico lo hizo desarrollarse también como futbolista.
Desde que pasó al equipo juvenil del Malmo, Zlatan tenía un modelo a seguir, un futbolista que según sus propias palabras ha sido su único ídolo. ¿Su nombre? Ronaldo Názario da Lima. Era tanta la admiración que sentía por el delantero brasileño que uno de sus objetivos como futbolista era vestir la camiseta del Internazionale, equipo en el que militaba R9 cuando Zlatan se enamoró de su fútbol.
«Quiero jugar en el Inter para jugar con Ronaldo. Tiene 3 o 4 años más que yo, pero algún día estaré a su nivel», decía Ibra cuando tenía 18 años.
El máximo goleador histórico de la Selección de Suecia no tuvo la oportunidad de jugar a lado de su ídolo, pero sí lo pudo enfrentar. Además logró vestir la camiseta del Inter, FC Barcelona y AC Milan, equipos en los que también jugó El Fenómeno.
Ayer, Ronaldo fue al Parc des Princes para ver la victoria del PSG sobre Nice. Ahí Zlatan se volvió a encontrar con su ídolo y el sueco no pudo ocultar su emoción: «Lo mejor que me pasó anoche fue ver al mejor jugador de todos los tiempos, Ronaldo. El Fenómeno».
Llegó a la élite del fútbol mundial, pudo vestir la camiseta del Internazionale, logró enfrentar a su ídolo y ahora puede presumir de tener una relación de amistad con él. Los SUEÑOS SE CUMPLEN.