La vida de Franck Ribéry no ha sido nada fácil. El ahora jugador del Bayern Munich tuvo que superar muchos obstáculos prácticamente desde que era un niño. Burlas por su aspecto físico, problemas para socializar y dudas sobre sus habilidades como futbolisticas.
En materia futbolística, su primer obstáculo se presentó cuando fue liberado del OSC Lille por ser muy pequeño. Así como lo están leyendo, los entrenadores de las categorías inferiores del conjunto francés echaron a Ribéry porque pensaron que era muy pequeño para jugar el fútbol. Quizá Ribéry no entendió bien el mensaje, estamos seguros que lo que quisieron decirle es que era muy grande para jugar en Lille.
Al ser expulsado de la academia de Lille, el camino se complicó aún más. Fue al US Boulogne, donde jugó una temporada, y después pasó al Olympique Ales, equipo del que tuvo que salir porque se declaró en bancarrota. Su siguiente club fue Stade Brest, club en donde consiguió el ascenso a la Segunda División de Francia. Disputó su primer partido profesional a los 20 años y luego de jugar una temporada en la segunda categoría del fútbol francés, su sueño de llegar a la Primera División se cumpliría.
Jean Fernández, el entonces entrenador del FC Metz, fue quien le dio la oportunidad de llegar al máximo circuito del fútbol francés. Sus grandes actuaciones jugando como extremo derecho en Metz hicieron que el Galatasaray de Gheorghe Hagi decidiera ficharlo. A pesar de haberse ganado el cariño de la afición en Turquía, Ribéry regresó al fútbol francés por problemas contractuales.
Fernández aparecería nuevamente en la historia de Ribéry cuando decidió ficharlo nuevamente cuando era director técnico del Marsella. Fue en el equipo que actualmente es dirigido por Marcelo Bielsa donde Ribéry consolidó su carrera profesional y dio el salto a la Selección Absoluta de Francia.
Franck logró hacerse de un sitio en el combinado francés que llegó a la final en Alemania 2006. Tras la justa mundialista, media Europa lo quería tener en sus filas. Arsenal, Real Madrid, Lyon y Bayern Munich eran los más interesados, pero Ribéry decidió quedarse una temporada más en Francia. Finalmente, en 2007, fichó por Bayern Munich y ahí se convertiría en uno de los mejores futbolistas del mundo.
Ribéry tiene 2,739 días siendo jugador del conjunto bávaro y en este periodo ha conseguido absolutamente todo: cuatro Bundesligas, cuatro Copas de Alemania, dos Supercopas de Alemania, una UEFA Champions League, una Supercopa de la UEFA y un Mundial de Clubes. El francés ha sido pieza fundamental de una de las mejores épocas en la historia del Bayern Munich.
Los éxitos colectivos han sido impresionantes, pero también ha logrado destacar en lo individual. El partido de hoy entre Bayern Munich y Bayer Leverkusen fue muy especial para el subcampeón del mundo en Alemania 2006. Con el gol que marcó llegó a las 100 anotaciones con la camiseta bávara y además, se convirtió en el futbolista francés con más partidos (186) disputados en toda la hsitoria de la Primera División de Alemania.
En unos años, cuando se hable de Ribéry se hará alusión a uno de los mejores futbolistas extranjeros que vistieron la camiseta del multicampeón Bayern Munich.