Cansado de fracasos y no conquistar títulos, Fernando Torres emprendió su aventura fuera de España tras convertir 91 goles en 244 partidos con el club de sus amores. En 2007, Liverpool, uno de los clubes más importantes del balompié inglés puso una oferta muy interesante sobre la mesa y El Niño no la pudo rechazar. Después de declinar ofrecimientos del FC Barcelona y Real Madrid por sus ganas de llevar al Atleti a lo más alto de España y no lograrlo, supo que era su momento de decir adiós.
En su última conferencia de prensa como jugador del Atlético de Madrid le dejó muy claro a la afición y gente de la institución que se trataba de un hasta luego, no de un adiós definitivo. Se marchaba, pero en su mente siempre estaría abierta la posibilidad de vestir los colores del club al que llegó cuando apenas tenía 11 años de edad.
«Ha sido un placer, un orgullo. Como ha dicho Enrique (Cerezo), espero que esto sea un hasta luego, siempre en mi cabeza estará volver, estará volver algún día, cuando el club esté a la altura que se merece», dijo Torres con apenas 23 años de edad.
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, y toda la afición colchonera entendieron que no podía frenar a un joven delantero que soñaba con muchas cosas, por lo que permitieron su partida, esperando que en un futuro no muy lejano volviera para hacer vibrar el Estadio Vicente Calderón.
«El Atlético de Madrid te comprende y te deja partir, con la esperanza de que muy pronto, cuando nosotros disfrutemos de los éxitos deportivos que siempre hemos buscado, vuelvas con nosotros», pronuncio Cerezo.
7 años después las cosas se han conjuntado. Torres experimentó fuera del Atlético y el club de la capital de España vive el momento que siempre añoró Fernando. El ídolo está de regreso y espera, tras varios años complicados, volver a emocionar a la que siempre ha sido su casa.