JAJAJAJA, lo bueno que lo tomó con humor. Roberto Mancini fue protagonista de una de las imágenes más curiosas de la temporada en el fútbol italiano. Cuando Internazionale vencía 2-0 al Genoa en el Stadio Giuseppe Meazza un pelotazo le vino a recordar que tenía que hacer ajustes si quería sellar la primera victoria del año del Internzionale.
Inter ganaba con comodidad 2-0 al Genoa. En una jugada de su equipo en ataque, Marco Andreolli, que peleaba por recuperar el balón, pateó la pelota hacia fuera y ésta terminó impactándose en el rostro de Mancini, quien se encontraba en el borde de su área técnica siguiendo el partido.
El golpe fue tan duro que el estratega italiano terminó en suelo. Entre risas y con ayuda de su cuerpo técnico, Mancini se levantó e incluso, de broma, pidió el cambió.
Eso sí, ni el golpe evitó que Mancini saliera del Giuseppe Meazza con la satisfacción de haber conseguido un triunfo (3-1) que pone al Inter cada vez más cerca de los puestos de competiciones europeas.