Mientras sus seguidores se vuelven locos en redes sociales por imponer a su favorito, ellos siguen coleccionando títulos, comandando a sus equipos y disfrutando del deporte más hermoso del mundo. Amigos no son, pero siempre que se ven se saludan con muchísima cordialidad y respeto.
«Será difícil, pero sí me gustaría jugar con Cristiano. Me gusta jugar con los mejores y él es uno de ellos», dijo Messi al ser cuestionado sobre la posibilidad de jugar CR7 en la conferencia de prensa del Balón de Oro. «Sería estupendo jugar con Messi», aseguró Cristiano en la misma conferencia.
«Nosotros como jugadores tenemos nociones de los jugadores que son buenos y Messi es uno de ellos. Es un privilegio poder competir con jugadores como él», dijo Cristiano en la gala del Balón de Oro 2013. «El Balón de Oro para Cristiano ha sido merecido», ha declarado Lionel Messi en los dos últimos años en los que Cristiano ha ganado el Balón de Oro.
Se reconocen, admiran y respetan. Rivales en el terreno de juego y colegas fuera del mismo. La más reciente prueba de esto fue el saludo de Cristiano Jr. a Messi. El pequeño hijo de CR7 se emocionó al ver a Messi en la gala del Balón de Oro y fue a saludarlo como cualquier otro niño lo habría hecho. CR7, en lugar de frenarlo o evitar que eso suceda frente a las cámaras, anima a su hijo para que vaya a saludar al argentino y le explica a Messi por qué lo conoce.
Tantas disputas y comentarios carentes de sentido nos hace recordar la Columna Invicta que escribimos hace poco tiempo: «El fútbol está enfermo….» sobre la diferencia entre aficionado y fanático:
Aceptar la calidad o la grandeza de un jugador del equipo rival se ha convertido en un pecado, decir que tu equipo fue superado es algo digno de penitencia, aceptar que el equipo de tus amores atraviesa una crisis es una traición, emocionarte con el gol de un equipo al que no alientas es inadmisible, disfrutar del deporte más hermoso sin discutir es no tener pasión.
El aficionado apoya, el fanático revienta. El aficionado se centra en su equipo, el fanático se centra en el rival. El aficionado disfruta la victoria y acepta la derrota, el fanático se burla en la victoria y se excusa en la derrota. El aficionado disfruta la victoria de su equipo, el fanático disfruta la derrota del rival. El aficionado reconoce, el fanático se niega.
El fútbol lleva un buen rato enfermo, Invictos…
Comparemos, apasionémonos, pero sobre todas las cosas DISFRUTEMOS.
#NosotrosVivimosEnLaÉpocaDeMessiYCristiano