El camino para alcanzar el profesionalismo en el fútbol no es nada sencillo. Antoine Griezmann, actual futbolista del Atlético de Madrid, es uno de los jugadores a los que más les ha costado estar en el lugar en el que actualmente está. Talento siempre hubo, pero son muchas otras las cosas que los entrenadores consideran a la hora de abrir las puertas de las reservas de algún club.
La primera gran decepción del francés llegó cuando era muy niño. Su sueño siempre fue jugar con el Lyon, club al que iba a apoyar acompañado de su padre desde que tiene uso de razón. Hizo una prueba con el club de sus amores y fue rechazado. Los entrenadores de las inferiores del Olympique le dijeron que era ‘demasiado pequeño’ para adentrarse al mundo del fútbol.
Dolió, pero se recuperó. Antoine no bajó los brazos y siguió jugando con el Mâconnais, su primer equipo. Fue visto por los ojeadores de la Real Sociedad en un torneo que se disputó en París y reclutado cuando cumplió 14 años de edad. Su llegada a España coincidió con la época en la que la gente de la dirección deportiva del FC Barcelona estaba en búsqueda de jóvenes talentos.
La gente del club catalán tenía en la mira al chico francés pero, otra vez, la debilidad física fue el hándicap que evitó que apostarán por él. Antoine estuvo al tanto de este desaire y no le afectó. El joven galo se dedicó a trabajar, convirtiéndose en uno de los jugadores con más proyección del equipo vasco.
Su debut llegaría en 2009 y desde entonces no dejaría de ser un recurrente del primer equipo. Se adaptó al fútbol de máxima competencia de maravilla y comenzó a llamar la atención de clubes importantes, uno de ellos el FC Barcelona.
En la temporada 2011/12, Pep Guardiola, que en aquel momento dirigía al FC Barcelona, buscaba un futbolista ofensivo rápido, incisivo y con gol. Antoine Griezmann era uno de los candidatos más sólidos de la dirección deportiva, pero al final, Pep se decantó por otra opción. El chileno Alexis Sánchez, quien tenía una carrera más consolidad, terminaría siendo el elegido.
FC Barcelona y Antoine Griezmann, la historia que no pudo ser…