Anuncios
Dicen que conocer a un ídolo provoca una emoción inexplicable, tienen razón. ¿No nos creen?
Antes de salir al terreno de juego para enfrentar a la Fiorentina en la Copa Italia, Totti pasó a saludar a los tres niños que saldrían con el cuerpo arbitral. Francesco saludó a dos pequeñitos y al último, el que llevaba la camiseta de La Loba, le tocó el rostro. El ’10’ continuó su camino y el pequeñín no podía creer lo que acaba de vivir.
Anuncios
El niño quedó atónito y uno de sus amigos no supo ni que decirle:
¡QUÉ LINDO QUE ES EL FÚTBOL!
Anuncios