El fútbol desde la cuna. Hijo de José Antonio Ñíguez, ex futbolista español, y hermano menor de Aarón Ñíguez y Jonathan Ñíguez, futbolistas que juegan actualmente en Elche y Rio Ave FC, respectivamente.
Desde muy pequeño tenía claro que el fútbol tenía que ser parte de su vida. Su padre lo llevaba a entrenar y en aquellos días ya soñaba con convertirse en futbolista profesional. Junto a sus dos hermanos entró a los equipos infantiles del Elche y desde el inicio se le veían condiciones que lo hacían destacar del resto.
Siendo líder y capitán de todas las escuadras infantiles del Elche en los que jugó, pronto se dio cuenta que tenía que buscar suerte en otros equipos si quería seguir encaminando su vida en el mundo del fútbol. En 2007, el Real Madrid tocó su puerta y no lo dudó ni un segundo.
Pasó un año en la casa blanca y nunca terminó por adaptarse. Aprovechó que Pepe Fernández, entrenador que lo llevó al Real Madrid, fichó con el Atlético de Madrid para irse a la cantera colchonera. Los blancos intentaron recuperarlo en más de una ocasión cuando vieron su crecimiento en las categorias inferiores de la Selección de España, pero ya era demasiado tarde.
«Estuve en el Real Madrid un año, en el Infantil A. Luego hubo circunstancias que hicieron que yo no estuviera lo cómodo que creía que tenía que estar. El míster Pepe Fernández se fue al Atlético y yo me quería marchar porque no estaba cómodo, no estaba disfrutando ni jugando como yo tenía que estar. Todos los años siguientes el Real Madrid quería que regresara, pero yo no quise moverme ya del Atlético, porque apostaban de verdad por mí», confesó Saúl en entrevista para el portal Goal.com
Después de cuatro años en los equipos juveniles del Atleti, Saúl debutó profesionalmente el 8 de marzo de 2012 en un partido de UEFA Europa League contra el Beşiktaş. En la siguiente temporada se fue cedido al Rayo Vallecano, donde fue pieza clave para que el conjunto rayista consiguiera la permanencia en la Primera División de España. Sus grandes actuaciones le valieron para que Diego Simeone lo pidiera para la campaña 2014/15.
Sin lograrse afianzar en el primer equipo del Atleti, el destino le tendría preparada una prueba de fuego para que demostrara de lo que es capaz. Luego de la lesión de Koke en el derbi de Madrid correspondiente a la jornada 22 de la presente Liga, Simeone se vio obligado a hacer un movimiento. Decidió depositar su confianza en Saúl Ñíguez.
Entró y de inmediato revolucionó el partido. Las ganas de hacer las cosas bien que tenía el juvenil español eran notorias y ocho minutos después de su ingreso, estaba haciendo una espectacular chilena para marcar la segunda anotación del Atleti en el partido. El juvenil español aprovechó un gran centro de Siqueira para perforar la portería del equipo del que decidió salir hace siete años.
El primer derbi liguero de Saúl tuvo de todo: entró para ocupar el lugar de uno de los referentes, marcó de chilena, asistió a Griezmann y, a pesar de que después del partido se confirmó que no fue nada grave, tuvo que dejar el campo por una lesión.
Su día más feliz como futbolista profesional llegó tras marcarle al equipo en el que, en algún momento de su vida, soñó jugar. Las vueltas del fútbol.