Hace una década, España veía el debut internacional de un joven delantero que, con el pasar de los años, se convertiría en el máximo goleador histórico de La Furia Roja. Tras una espectacular temporada con el Real Zaragoza, Luis Aragonés convocó a David Villa Sánchez y lo mandó al terreno de juego en un España vs San Marino que se disputó en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
David Villa jugó 45 minutos en dicho partido e ingresó por el referente de aquella Selección de España: Raúl González Blanco. El cambio representó la nueva era que se venía en el fútbol español. El momento de Raúl estaba por terminar y el momento del Guaje recién comenzaba.
En su debut dejó grandes sensaciones, incluso se quedó muy cerca de estrenarse como goleador, pero el tanto se resistió. Tras ese encuentro, Aragonés declaró que el asturiano era un ‘delantero para mucho tiempo’. El Sabio de Hortaleza volvió a tener razón, David se convertió en el mejor goleador que la Selección de España ha tenido en toda su historia.
10 años después de su debut, Villa se ha retirado del plano internacional, pero su legado con la Selección de España es imborrable. En sus 9 años ininterrumpidos con el combinado ibérico marcó 59 goles, disputó 97 partidos y conquistó una Copa del Mundo/Eurocopa. Ganó los dos títulos con los que todo futbolista sueña; marcó en amistosos, Eurocopas, Confederaciones, eliminatorias y Mundiales, y se posicionó como el máximo goleador histórico de la Selección de España. Vaya LEYENDA…