Hoy hace 17 años, la Selección de Chile se enfrentó a la Selección de Inglaterra en el mítico Estadio de Wembley. Se trataba de un partido de preparación de cara al Mundial de Francia 1998. El combinado andino era dirigido por Nelsón Acosta y, aunque en Sudamérica se sabía del potencial de este equipo, aquella noche Europa conoció a una de las mejores generaciones que ha tenido Chile en toda su historia.
El duelo comenzó y Chile se plantó con personalidad en una de las canchas más imponentes del planeta. Dos tantos de Marcelo Salas le dieron el triunfo a la selección chilena. El primer tanto de aquella mágica noche fue una estampa que perdurará por siempre en la memoria de la afición de La Roja. En dicha jugada, José Luis Sierra habilitó, con un pase largo, a Marcelo Salas, quien amortiguó el balón con la rodilla y sacó un zurdazo que dejó sin chance a Nigel Martyn.
“El Coto Sierra es un habilitador extraordinario y en el fondo tenía que moverme y picar como corresponde porque sabía que él iba poner un pelotazo. Vi la opción de picar y me metió el pelotazo maravilloso, que cayó ahí adelante, justo para controlar y pegarle”, contó Salas para Goal.com.
El Matador agrega que después de esa noche se dio cuenta que podía romperla en el balompié del viejo continete: “Nos enfrentamos a una selección fuerte y después de hacer esos goles uno queda con más confianza, con la tranquilidad de que podía ir a Italia, a pararme de igual a igual con los otros jugadores”, confesó.