Innovadora manera de velar por la seguridad en un estadio. Sport Recife de Brasil contrató a 33 madres de aficionados del club (miembros de la barra) para que trabajaran en la seguridad del inmueble en el partido de la jornada pasada. La campaña se llama Madres Guardias de Seguridad y se estrenó en un duelo de alto riesgo ante Náutico, rival histórico del Sport Recife.
Para poder ejecutar esta idea, el Sport contactó a varios aficionados (algunos con antecedes poco positivos en el estadio) a los que les solicitó el teléfono de contacto de sus madres y otros datos personales para que no ‘sospecharán’. La idea era que los aficionados no supieran que sus madres irían para que se vieran sorprendidos.
El objetivo de la campaña era que la presencia de las madres controlara el compartamiento de sus hijos mientras apoyaban al equipo de sus amores. Este ejercicio resultó todo un éxito, ya que no se registró ni un hecho violento en uno de los partidos de mayor tensión en el balompié brasileño.
Según la información de la gente de marketing del club esta campaña solamente se llevaría a cabo en el clásico ante Náutico, pero por los buenos resultados se estaría estudiando su repetición.