Después de dos temporadas espectaculares con Burnley en la segunda división del fútbol inglés, Charlie Austin tenía todo arreglado para fichar con Hull City, equipo que recien ascendía a la Premier League, pero inesperadamente todo se cayó.
El 8 de julio de 2013 el fichaje estaba confirmado y un día después, luego de hacer las pruebas médicas, el cuerpo médico de Hull City detectó un problema en la rodilla derecha y el club decidió frustrar el fichaje.
Austin quedó destrozado con esa noticia porque su oportunidad de jugar en la Premier League se había ido por la borda. Tras haber recibido varias ofertas de equipos de la Football League Championship, el delantero inglés se inclinó por el QPR y ahí comenzó una nueva aventura. Se convirtió en el hombre gol del equipo y en su primer temporada con The Hoops logró el ansiado ascenso.
En la jornada 26 de la Premier League, con QPR, Austin tuvo la oportunidad de jugar en la cancha que hace dieciocho meses pudo haber sido su casa. Al minuto 39, el futbolista de 25 años logró perforar la portería de Hull City y consiguió el empate parcial para su equipo.
Eso sí, luego de haber conseguido su gol hizo una celebración que le ha dado la vuelta al mundo. Austin comenzó a cojear mientras se tocaba la rodilla, un gesto que fue dedicado para los dirigentes que decidieron no ficharlo por sus supuestos problemas físicos.
A pesar de que Hull City terminó venciendo a QPR, Charlie Austin pudo saldar esa cuenta que tenía pendiente..