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Provocó una expulsión y tuvo que salir de cambio por indicación médica. Dani Alves quería seguir, pero Luis Enrique y su cuerpo técnico prefirieron no arriesgar, considerando que no estaba en óptimas condiciones y tenía amarilla. Adriano entró al quite.
El lateral brasileño se dirigió al banquillo con el rostro cabizbajo tras el cambio acompañado de un miembro del staff culé. Al acercarse a los escalones que tiene el Etihad para sentarse en el banquillo, vio una botella de agua y decidió patearlo, provocando que varios miembros del equipo se mojaran. Rakitic hasta tuvo que limpiarse los ojos.
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Ni como ayudarte, Dani. A disfrutar tus últimos partidos con el FC Barcelona.
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